Las principales características de este periodo serian la fuerte caída de la demanda y una combinación de recesión en los países con rentas más elevadas y de fuerte desaceleración en las naciones en desarrollo. El organismo pronostica que el crecimiento mundial no superará el 0,9% en 2009.
El crecimiento de los países en desarrollo estará en torno al 4,5% -frente al 6,5% inicialmente previsto- mientras que los países desarrollados experimentarán una recesión económica media del 0,1%. Según el estudio, el crecimiento de la inversión llegará hasta el 1,3% en los países desarrollados y al 3,5% en los países en desarrollo, frente al 13 por ciento en 2007.
La institución anticipa que los alimentos se abaratarán un 23% de media en todo el mundo el próximo año, y que el barril de petróleo rondará los 75 dólares, por encima de los 43 a los que se cotiza ahora.
El encarecimiento de los alimentos y de los combustibles ha costado a los consumidores en los países desarrollados alrededor de 680.000 millones de dólares durante este año. De esta forma, el número de personas que viven en la pobreza se ha incrementado entre 130 y 155 millones.