(Aeronoticias).- Lo que para unos es basura para otros es una fuente de trabajo rentable. Actualmente los desechos de las viviendas arequipeñas, tras pasar por una cadena de reciclaje, son exportados a grandes industrias de China, Estados Unidos y Ecuador.
Esta discreta dinámica económica empieza con los segregadores, personas que se asocian para separar la basura de lo que se puede reutilizar. Éstos venden los materiales escogidos a microempresas acopiadoras arequipeñas. Según explicó Ana María Cutimbo de la empresa Reciclajes Múltiples, en Arequipa existen 42 empresas formalizadas que compran estos insumos seleccionados.
A su vez, estas firmas locales envían a Lima lo adquirido. Cada una de estas empresas formales puede llegar a remitir a la capital 25 toneladas de papel blanco, 60 toneladas de botellas de plástico y unas 100 toneladas de lata y fierro.
Las empresas que recepcionan los desechos reciclados, los juntan con los de otras regiones del país y finalmente los exportan a industrias del extranjero.
Los precios de los productos reciclables se mueven de acuerdo a las variaciones del mercado. Por ejemplo, el kilo de papel blanco está valorizado en 0.80 céntimos y la botella de plástico a 0.70 céntimos. Además se pueden reciclar cartones, caucho, bolsas de plástico, vidrio, cobre, etc.
«Yo cuando veo un montón de basura veo negocio, veo dinero. Hay familias enteras que se dedican a esta actividad y pueden sobrepasar los mil soles mensuales de ingresos si se dedican por completo a esta actividad», señaló Cutimbo.
Con información de La República.
