(Aeronoticias).- El 3 de junio Berlín unirá a dos aeropuertos en uno. Después de Tempelhof, también Tegel será clausurado y unido con Schönefeld, para dar lugar al «Flughafen Berlin Brandenburg Willy Brandt», el mayor en el Este.
Aunque el aeropuerto de la capital, que se conocerá internacionalmente con el código de BER, debiera haber sido abierto hace cuatro meses, “nuevas medidas de seguridad atrasaron el plan”, explica Olaf Wiese, vocero de la policía capitalina. El retraso se debe, según él, a que a partir de 2013, los pasajeros podrán volver a portar líquidos en el equipaje de cabina.
Pese a las gérlidas temperaturas que privan en invierno fuera de “Schönefeld», como hasta ahora se conocía el aeropuerto provisional en el sureste de Berlín, el nuevo interior brinda una atmósfera cálida.
Funcional pero agradable arquitectura
El edificio del terminal principal tiene una altura de 21 metros y está recubierto de vidrio y placas de piedra de cal hacia tres de sus costados. Los materiales de piedra para recubrir 120.000 metros cuadrados fueron traídos exclusivamente de Baviera. La madera con que están recubiertas las taquillas de check in completa el toque de sobrio confort. “La idea es ayudarle a los pasajeros con miedo a volar a reducir la ansiedad”, apunta el vocero de la empresa administradora del aeropuerto, Flughafen GMBH, Leif Erichson.
Pero como la seguridad es una de las mayores exigencias de la aviación comercial de hoy, después del registro del vuelo está la zona de seguridad con 32 corredores en los cuales personas y equipaje serán requisados para seguridad de todos.
Servicio de atención privilegiada
Una vez “superadas” las pruebas de seguridad, no hay nada que detenga un paseo de compras por la zona duty free que contará con 150 tiendas para todos los gustos y una oferta gastronómica que no dejará nada que desear.
Según Erichson, en el nuevo aeropuerto de Berlín no habrá una zona para pasajeros de primera clase. Cada viajero puede comprar un servicio extra que lo conduzca, de manera privilegiada, hasta el avión por abordar, así vaya en clase económica.
Los administradores esperan que 25 millones de personas despeguen y aterricen del aeropuerto Berlin Brandenburg cada año. Cantidades de pasajeros que exigen el trabajo diurno y nocturno de 1800 empleados en tierra.
Máximo 700 metros a pie
El nuevo aeropuerto de Berlín quiere también ser un aeropuerto de “cortas distancias”. Fiel a dicho lema, los pasajeros que lleguen o abandonen el aeropuerto podrán hacerlo con la ayuda de un ascensor que los lleva directamente al terminal principal.
Ahora solo falta esperar el 3 de junio para no desaprovechar la oportunidad de volver a visitar la capital alemana, o conocerla. Vale la pena, Berlín es una de las ciudades con más rica oferta cultural del mundo.
Autor: Kay-Alexander Scholz / José Ospina-Valencia
Editor: Enrique López
Deutsche Welle