Más tarde una caravana encabezada por familiares de la artista, se dirigió hacia el paraje conocido como La Sala, en San Javier, localidad situada a unos 35 kilómetros de la capital tucumana, donde esparcieron sus cenizas. «Esparciremos las cenizas en la zona a la que íbamos cuando ella venía a descansar. A ella le gustaba mucho ir al cerro, porque decía que le renovaba las energías. Siempre elegía el mismo árbol para descansar. Entonces, queremos respetar ese ritual», explicó a la prensa María Belén Sosa, sobrina de la cantante.
La joven precisó que, por el momento, no está previsto colocar en La Sala (zona rodeada de montañas) ninguna placa ni levantar ningún monumento, ya que sólo se preocuparon porque «descansará en el mismo lugar en el que ella solía hacerlo cuando visitaba Tucumán».
Aeronoticias considera subrayar que los familiares cumplieron con el deseo de «La Negra» de que, cuando muriera, luego de cremarla, sus cenizas fueran esparcidas en Tucumán, donde ella había nacido hace 74 años y donde aún viven sus dos hermanos (Orlando y Fernando), en Mendoza, provincia por la que tenía especial afecto y cuna del Nuevo Cancionero y en Capital Federal, donde residía.