El jefe de la fuerza aérea chilena (FACH), Ricardo Ortega, dijo –con la soberbia que caracteriza a los militares de su país – que Chile puede pegar fuerte si es molestado, significando una velada amenaza al Perú cuyo gobierno elevó oportunamente un reclamo sobre delimitación marítima con Santiago ante el Tribunal Internacional de La Haya , lo cual incomodó notoriamente a los sureños.
“Todos los que están alrededor nuestro saben que tenemos la capacidad de pegar fuerte, o sea que es mejor que nos dejen tranquilos”, espetó en tono altisonante declarando para la prensa reunida en los hangares de la II Brigada Aérea de la FACH, en cuyas instalaciones el ministro de Defensa, Francisco Vidal, manifestó por su parte que con las compras de aviones de guerra “Chile queda posesionado en los primeros lugares de América Latina en cuanto a tecnología y modernización” de esta arma.
Vidal se refería a la flota de 44 cazas F-16, además de otras unidades de distintos modelos con que Chile posee ahora el predominio aéreo en esta parte del continente, lo que le permite a sus militares alardear, anunciando que pueden golpear fuerte, como los gorilas que se pegan el pecho para lanzar gritos de guerra a sus supuestos adversarios.
