(Aeronoticias).- La construcción del teleférico de Choquequirao ha sido declarada prioridad por el Gobierno Regional de Apurímac, que destinará S/.220 millones para financiar los trabajos. Este hecho ha generado entusiasmo en el sector empresarial ligado a la industria de los viajes, que ya hizo cálculos sobre lo que la región obtendrá gracias a esa obra.
Carlos Canales, presidente de la Cámara Nacional de Turismo (Canatur), considera que en el primer año de operaciones con el teleférico, Apurímac puede recibir a 200 mil turistas, lo que implicará un ingreso de US$4 millones, a razón de un gasto promedio de US$20 por viajero.
“En el segundo año de operaciones, las ganancias podrían crecer a US$6 millones, y así incrementarse de manera sucesiva hasta alcanzar los US$12 millones anuales en el 2018, producto de la visita de unas 600 mil personas”, explica el líder gremial.
En Canatur consideran que el teleférico puede servir para generar circuitos “full day” de Machu Picchu al complejo arqueológico más importante de Apurímac, y de esta manera provocar que, poco a poco, la oferta de hoteles y restaurantes crezca en la zona, porque hoy no existe esta clase de negocios por allá.
Para conseguirlo, el gremio sugiere modificar levemente el trazo original del medio de transporte, que comienza en el mirador de Kiuñalla, en Abancay. “Lo que planteamos es que mejor empiece en Saywite, porque eso permitiría conectar Machu Picchu con Choquequirao en tres horas y media”, indica Canales en declaraciones a El Comercio.
El teleférico recorrerá toda la ceja de selva de Apurímac hasta llegar a la carretera que une Abancay con el Cusco, a través de Santa Teresa, distrito aledaño a Machu Picchu Pueblo. La obra incluye la mejora e implementación de los tramos faltantes para cerrar esta vía.
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