(Aeronoticias).- Investigadores estadounidenses y canadienses experimentaron el uso de electrodos, implantados en el cerebro de seis personas enfermas, para combatir la anorexia. Los resultados, hasta ahora, son mixtos.
Tres de seis pacientes mostraron una mejoría tras el experimento. Estas personas recuperaron peso a los nueve meses de la intervención quirúrgica. Ellos redujeron los trastornos compulsivos y una mejora en su humor.
Sin embargo, uno de los pacientes sufrió daño colateral a las dos semanas de la intervención. Convulsionó. Los otros dos enfermos no muestran mejorías aún.
Con información de La Tercera.
