La policía de Los Ángeles (EE.UU.) finalizó oficialmente su investigación sobre la muerte de Michael Jackson y presentará próximamente ante la fiscalía sus conclusiones, en las que atribuyen al doctor Conrad Murray responsabilidad penal en el fallecimiento del «rey del pop», informó hoy la web de famosos TMZ.
Fuentes de ese portal de internet, que el 25 de junio dio a conocer el inesperado deceso del artista, aseguraron que Murray, médico personal de Jackson, se enfrentará a cargos por la muerte del cantante, «probablemente por homicidio involuntario». Las autoridades angelinas dieron cierre a la investigación a finales de diciembre y llevarán el caso en cuestión de semanas al fiscal del distrito que será el encargado de preparar la acusación ante los tribunales.
Según la web, la demora en la presentación de las conclusiones del trabajo policial ante la fiscalía se debe a problemas de agenda de los responsables que tienen previsto acudir a la cita. Así mismo, TMZ indicó que los agentes hallaron suficientes evidencias para que Murray enfrente cargos por la muerte de Jackson, aunque será «complicado» que se demuestre su culpabilidad porque «no rompió ninguna ley suministrando Propofol a Jackson».
Murray había sido el médico personal del «rey del pop» durante los últimos años de vida del artista y admitió en los interrogatorios con la policía que había inyectado a Jackson Propofol, un potente calmante de uso hospitalario, para ayudarle a conciliar el sueño.
El doctor afirmó que intentaba retirar esa medicación al cantante que, según explicó, era consumidor de ese fuerte anestésico.
Tras el fallecimiento de Jackson, Murray se convirtió en el centro de las investigaciones de un caso calificado de homicidio, aunque hasta la fecha no se han presentado cargos formalmente en su contra. Jackson murió el 25 de junio de 2009 víctima, según el informe forense, de una intoxicación aguda de medicamentos, especialmente Propofol.