(Aeronoticias).- El Congreso pakistaní expidió anoche una resolución para condenar la operación de EE.UU. en su territorio que acabó con la vida de Osama Bin Laden el pasado día 2 y para pedir al Gobierno que “revise” su relación con Washington.
El texto fue difundido de madrugada tras una maratónica sesión a puerta cerrada de las dos cámaras pakistaníes, ante las que compareció la cúpula militar para dar explicaciones sobre el asalto de Abbottabad, ciudad cercana a Islamabad donde se hallaba la finca del líder de Al Qaeda, lo que no está claro es si el artículo 51 y el artículo 2 de la carta de la ONU se aplica a esta operación militar, ya que para algunos analistas Estados Unidos hizo uso de su derecho de defensa frente a la demencial escalada terrorista mundial que orquestaba Bin Laden desde Pakistán.
Sin embargo, la resolución del Congreso pide al Ejecutivo pakistaní que “revise” su contacto político con EE.UU. con la vista puesta en “asegurar que los intereses nacionales de Pakistán sean totalmente respetados”.
Las dos cámaras pakistaníes también solicitaron al Ejecutivo, encabezado por el Partido Popular (PPP) de la familia Bhutto, que nombre una comisión independiente para buscar responsabilidades y recomendar acciones que eviten que tenga lugar un suceso similar.
Esta es la única referencia autocrítica en la resolución parlamentaria, que condena la “unilateral” operación especial estadounidense y la considera una “violación de la soberanía de Pakistán”.
El jefe de los servicios secretos (ISI), Ahmed Shuja Pasha, defendió ante los diputados a su institución y al Ejército, aunque no se conocen todos los detalles de su intervención, ya que fue a puerta cerrada.
Según varias filtraciones publicadas por los medios de prensa pakistaníes, Pasha, cuya salida se rumorea desde hace días, se mostró dispuesto a asumir su “responsabilidad”, pero el Ejército no parece inclinarse por su salida y el Ejecutivo civil, en conflicto histórico con el aparato de seguridad, ha defendido por el momento su labor.
El director del ISI admitió un “fallo de inteligencia” en el episodio pero insistió en que su agencia y el Ejército están comprometidos en la lucha contra el terrorismo.