(Aeronoticias).- El balance presentado por el Gobierno brasilero es positivo. Cerca de un millón de extranjeros de 203 nacionalidades llegaron al país anfitrión.
La Copa Mundial de la FIFA 2014 ha sido una fiesta fantástica para todo el mundo. Y Brasil sigue festejando, pues el balance de las acciones realizadas para este evento deportivo fue positivo, según los detalles presentados por la presidenta Dilma Roussef y su gabinete de ministros acerca de las inversiones hechas en infraestructura, turismo, telecomunicaciones, seguridad y aeropuertos versus la llegada de turistas.
El país anfitrión acogió a un millón de personas de 203 nacionalidades: el 61% de éstas llegó por primera vez a Brasil. La impresión que la nación brasileña dejó en los extranjeros fue altamente satisfatoria pues ellos aseguraron que la hospitalidad y la gastronomía (con un 98% y un 93%, respectivamente) fueron las cualidades más destacadas en las ciudades que los acogieron. Los servicios de infraestructura y turismo estuvieron entre los más elogiados.
Los turistas de América del Sur sumaron un total de 364.092 personas. En el ranking de visitantes se encuentran, en primer lugar, Argentina con 166.772; le sigue Chile con 52.427; Colombia con 49.246; Uruguay con 35.018; y Perú con 21.084 cierra la lista de los cinco primeros. Definitivamente, la participación de Argentina en todas las etapas de la Copa influyó para que visitantes argentinos deseen acompañar a su selección en las distintas sedes.
Miles de espectadores en los estadios
La Copa registró el segundo mejor promedio de la historia de esta competición en cuanto a espectadores pues tuvo 53.592 hinchas por partido. Los escenarios presentaron un índice de ocupación por encima del 98%. El total de espectadores en los estadios al término del torneo es de 3’429.873 hinchas. Y lo más llamativo es que, del total, fueron 1’432.463 extranjeros los que llegaron a Brasil para participar de la celebración. La cantidad de asistentes queda solamente detrás de la edición del Mundial FIFA Estados Unidos 1994.
En cuanto a los Fan Fest organizados por la FIFA en las 12 ciudades sede, éstos acogieron a 5,1 millones de personas que pudieron disfrutar de los encuentros en pantallas gigantes junto a sus amigos y familiares, además de participar en los shows y presentaciones artísticas que se desarrollaron en algunos de los puntos más simbólicos de las urbes.
Por otro lado, las interacciones en las redes sociales superaron los tres mil millones, lo que transformó al Mundial de Brasil en el evento de redes sociales más grande del planeta, según lo comentado por el ministro de Comunicaciones. Además, se vendieron 16.100 chips (sim cards) de celular para extranjeros durante el Mundial, y otros 341.000 visitantes utilizaron el servicio de roaming.
Ciudades y estadios seguros
Un 92% de los turistas encuestados evaluó positivamente la seguridad que experimentó en el país. Y es que la seguridad estuvo garantizada debido a la inversión de R$1.900 millones (USD 860 millones) y la participación de más de 177.000 agentes. Los estados recibieron el apoyo de 27 Centros de Comando y Control Móviles, además de 12 cámaras aéreas, robots para la detonación de explosivos y 36 plataformas de observación elevadas (con 12 cámaras de alta resolución capaces de captar, tratar y transmitir imágenes). Durante todo el período del Mundial, los 15 Centros Integrados funcionaron 24 horas.
En cuanto a temas de movilidad, hubo un flujo de 16,7 millones de pasajeros en los aeropuertos, con índices de retraso por debajo de las medias internacionales. Hubo un total de 236 mil partidas y llegadas, con una media de cinco aterrizajes o despegues por minuto.
Por otro lado, gracias a las obras realizadas previo a la Copa, la capacidad de pasajeros por año ha llegado a los 67 millones, un aumento del 52%. Asimismo, se ha ampliado la pista de aeronaves en 1.360 m², las terminales de pasajeros han crecido en 350.000 m² y se han creado 54 nuevas puertas de embarque y 10.300 plazas de aparcamiento. Dichas mejoras podrán ser aprovechadas para el desarrollo del turismo, tanto para los propios ciudadanos brasileros como por los visitantes extranjeros en los años post Mundial.
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