(Aeronoticias).- Un equipo de científicos de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) ha diseño un dispositivo inteligente formado por nanopartículas capaces de acabar con los tumores, al liberar un contenido tóxico cuando son estimuladas con luz ultravioleta.
El sistema ya ha sido ha probado in vitro y podría resultar útil para tratar el cáncer de esófago, estómago y piel, indicaron los responsables del adelanto científico.
El problema de las células tumorales es que, además de crecer muy rápido y fuera de control, pueden desarrollar nuevos vasos sanguíneos irregulares con huecos de entre 200 y 2.000 nanómetros en su superficie. Estos espacios diminutos son los que aprovechan las nanopartículas para combatir al tumor desde el torrente sanguíneo.
La técnica ha sido desarrollada por la mencionada universidad en colaboración con el Centro de Investigación Biomédica en Red de Bioingeniería, Biomateriales y Nanomedicina, el Instituto de Investigación Sanitaria Hospital 12 de Octubre y el Instituto de Salud Carlos III, todas ellas de España.
La clave está en las nanopartículas mesoporosas de silicio, que son biocompatibles con el organismo (no son rechazadas por este) y que solo expulsan su carga cuando se activan con luz ultravioleta.
El estudio, dirigido por María Vallet-Regí, investigadora del departamento de Química Inorgánica y Bioinorgánica de la UCM, toma como punto de partida que las células tumorales demandan más nutrientes a causa de su rápido crecimiento, lo que provoca la sobreexpresión de algunos receptores de su superficie.
Por ello, las nanopartículas se dirigen a los receptores de transferina, una proteína encargada de transportar hierro, cuya sobreexpresión es 100 veces más alta en las células tumorales que en las sanas, explica el estudio publicado en la revista Journal of Materials Chemistry B.
De esta manera, consiguen capturar más hierro para poder sostener el elevado ritmo de proliferación de los tumores sólidos. Para engañar a las células malignas, las nanopartículas están cubiertas de transferrina. Una vez que consiguen llegar al interior de los vasos sanguíneos, si se estimulan con una luz ultravioleta, liberan el contenido tóxico y provocan una muerte celular en cascada.
Además, este sistema de activación mediante luz permite controlar y seleccionar tanto la zona a tratar como el tiempo de exposición.
También se puede aplicar a zonas tumorales internas usando sondas ópticas. Según los autores del estudio, con dosis muy pequeñas se logra matar una gran extensión de tumor. Por ahora, el dispositivo se ha probado in vitro, en líneas celulares con neuroblastoma, fibrosarcoma, osteosarcoma y sarcoma de Ewing.
Los investigadores creen que podría aplicarse para tratar tumores que afecten a la piel, al esófago y al estómago, tejidos que se puedan radiar fácilmente con este tipo de luz o, en el caso de tumores más internos, con sondas ópticas. Antes de llegar a la parte clínica, el siguiente paso será probar la herramienta en roedores.
Fuente: El Comercio.