Representantes de 30 comunidades nativas del alto Putumayo, se pronunciaron contra la concesión petrolera 117, otorgada por el Estado peruano a la empresa Petrobrás.
Los nativos dijeron que esta decisión continuaría contaminando sus comunidades como sucedió con aquellos poblados en las cercanías del río Corrientes, agregando que desean mantener su cultura y el ecosistema para las generaciones futuras.
Exigieron además que el Estado cumpla con los compromisos con la OIT y con la declaración de Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas.