El Regulador Bancario Estadounidense (FDIC, por sus siglas en inglés) anunció el jueves un anteproyecto que tiene el fin de imponer nuevas nombras de compra a los bancos quebrados por fondos de inversión, ya que en lo que va del año, 47 bancos estadounidenses quedaron bajo la tutela de la FDIC, organismo federal de garantía de los depósitos bancarios, pero con el propósito de que este encuentre un comprador a todas o una parte de sus actividades.
En casi todos los casos, es otro banco de la misma región que la institución quebrada el elegido para hacerse con la institución, pero la FDIC indica que "inversores de capital privado manifestaron recientemente su interés en comprar instituciones bajo (su) tutela".
Pero ceder un banco a un fondo de inversión plantearía cierto número de "riesgos", estima la FDIC en un comunicado, en referencia al hecho de que ese tipo de empresas debe refinanciarse ante bancos.
Declarándose "perfectamente consciente" de la necesidad de nuevos capitales para el sistema bancario, la FDIC considera útil, sin embargo, definir "conceptos básicos" para ese tipo de transacciones.
Una de las principales limitaciones propuestas por el organismo regulador es "la obligación de mantener muy bien capitalizada la institución comprada (…) con fondos propios" y que el volumen de crédito concedido no supere el 15 por ciento de esos fondos hasta al menos tres años.
La FDIC, que llama a las partes interesadas a presentarle sus comentarios en un plazo de 30 días para después tomar una decisión definitiva.