“USAID” era el sello que tenían los alimentos, alimentos que representan la ayuda que Estados Unidos envió hacia África, alimentos que tardaron en llegar mas de seis meses a gente como Haylar Ayazo, -poblador de el sur de Etiopía-, siete meses que para Ayazo fueron una eternidad, para el y para siete de sus nietos.
Siete de sus nietos murieron en la espera del envió que provenía desde Dakota del Norte hasta el sur de Etiopia, mientras que los productores y transportadores de EEUU. que lucran con los envíos debatían una propuesta antes de que el Congreso Norteamericano para acelerar las entregas- compre mas productos extranjeros, cerca de los puntos rojos donde la ayuda es requerida.
Como resultado de los mandatos legales acerca de comprar bienes Americanos, el programa alimentario mas “eficiente” no fue lo suficientemente rápido y flexible para alimentar este año, a la gente desnutrida en el sur de Etiopia.
“Estoy tan triste de haber perdido a mis chicos”, sostuvo Ayako, en su lenguaje local “murieron de escasez de alimentos”, afirmó.
A los granos secos, de USAID les llevo al menos ocho semanas, viajar mas de 19 300 kilómetros por trenes, camiones y barcos.