Cada año, se cobran 17,5 millones de vidas, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Sin embargo, ese número puede reducirse. Y es que al menos el 80 % ciento de las enfermedades del corazón pueden prevenirse o retrasarse a través de dieta sana, actividad física regular y el abandono del consumo de tabaco.
Donde
Los lugares de trabajo son un espacio donde estos hábitos pueden fomentarse y según la Federación Mundial del Corazón no implican gran complejidad ni altos costos. La entrega de folletos informativos sobre prevención de infartos y accidentes cerebrovasculares; prohibir el consumo de tabaco en el edificio; promover buenos hábitos alimentarios y alentar a los trabajadores a realizar ejercicio físico otorgando un tiempo para tal fin, son algunas de las propuestas.
Cuatro de cada cinco muertes por infarto de miocardio o de accidente vascular cerebral ocurridas en 2005 se registraron en países de bajos y medianos ingresos, y afectaron por igual a ambos sexos. Si la tendencia mundial continua, para 2015 se estima que serán 20 millones los fallecimientos causados por estas patologías.
Los infartos de miocardio y los accidentes cerebrovasculares se deben fundamentalmente a una obstrucción que impide que la sangre fluya hacia el corazón o el cerebro. La causa más frecuente es la formación de depósitos de grasas en las paredes internas de los vasos, que se vuelven más estrechos y menos flexibles.
Dieta
«Una alimentación equilibrada es fundamental para la salud del corazón y del sistema vascular», afirmó Luis Roberto Escoto, consultor en Salud Familiar y comunitaria de la OPS/OMS en Argentina. Y recomendó «consumir carnes con poca grasa (magras), pescado, legumbres y abundantes frutas y verduras», además de cereales integrales, poca sal y azúcar.
A su vez, el especialista aconsejó realizar «al menos 30 minutos de actividad física cada día, a una intensidad moderada» y aclaró que ese ejercicio «es acumulable», por lo que puede realizarse por etapas a lo largo de una jornada.