El Aeropuerto de Barcelona ha vuelto a abrir este sábado sus pistas después de que la intensa lluvia obligara a suspender los aterrizajes y despegues durante una hora. Las condiciones meteorológicas han obligado a desviar dos aviones, y han provocado el retraso de los demás vuelos durante la mañana al cerrarse las pistas del aeródromo barcelonés.
La tormenta ha coincidido con la huelga del personal de tierra de Iberia. Los paros de estos trabajadores han obligado a cancelar 120 vuelos este fin de semana, la mayoría de la aerolínea líder en El Prat, Vueling. El cumplimiento de los servicios mínimos durante la jornada de huelga ha hecho que no se registraran más incidencias.
Los únicos dos aviones que han tenido que desviar su trayectoria por las lluvias han sido redirigidos a aeropuertos alternativos, según han explicado fuentes de Aena. Un vuelo procedente de Basilea ha aterrizado en Girona y uno procedente de Hamburgo lo ha hecho en Reus. Los demás han sufrido retrasos.
En esos aeropuertos han de repostar combustible y esperar a que las condiciones meteorológicas mejoren para poder llegar a Barcelona, donde la previsión es que el tiempo mejore durante las próximas horas.
Según los datos de la plataforma Flightstats, el aeropuerto de Barcelona ha sido el tercero por la cola en puntualidad este junio, y casi la mitad de los vuelos han sufrido algún tipo de retraso. Es el tercer verano consecutivo que el Aeropuerto de Barcelona sufre incidencias en su operativa.
Este sábado, además de las incidencias por la lluvia, el personal de tierra de Iberia ha convocado una huelga que también tendrá lugar mañana. Iberia ha asegurado este sábado que ha habido “total normalidad” en las primeras nueve horas de huelga de su personal de tierra en el aeropuerto de Barcelona. Un portavoz de AENA ha explicado que el paro ha obligado a cancelar, este sábado, 62 vuelos que debían llegar o despegar este sábado de El Prat.
En un comunicado, Iberia ha dicho que se había atendido a 102 vuelos hasta las 9 horas: 55 vuelos de salida y 47 de llegada. Ha añadido que se cumplen los servicios mínimos y que no hay ninguna incidencia relacionada con el paro, y ha pedido “disculpas a los clientes, tanto pasajeros como aerolíneas a las que presta servicio”.
Desde primeras horas de la mañana, la afluencia de pasajeros en el aeropuerto es la normal en un fin de semana de julio y no se están produciendo aglomeraciones de viajeros, ya que, tras decretarse los servicios mínimos el pasado jueves, las compañías aéreas afectadas por la huelga desviaron al pasaje afectado por la huelga a otros vuelos e informaron a aquellos que no podían ser recolocados para que ya no acudieran a El Prat. Los paneles informativos del aeropuerto explican asimismo a los pasajeros sobre el conflicto laboral.
La huelga convocada por el personal de Iberia para el sábado y el domingo, en un fin de semana de alta intensidad de operaciones, ha obligado a cancelar más de un centenar de vuelos. Iberia gestiona directamente escasas rutas en el aeropuerto barcelonés pero su personal de tierra, unos 2.700 empleados, da cobertura a otras 27 compañías.
La demanda sindical que motiva la huelga reclama a Iberia la contratación a tiempo completo de 160 trabajadores que lo hacen a tiempo parcial y la regulación de otros 400 empleados que hoy están contratados como eventuales.
Fuente: Aviación al día.
