Estudios previos habían hallado que los esposos de pacientes con cáncer tienen más riesgo de depresión. Los nuevos resultados confirman que la tasa de diagnósticos psiquiátricos en parejas de pacientes aumenta en el tiempo, señaló la autora principal del estudio, Katarina O. Sjovall, de Lund University Hospital, en Suecia.
Los trastornos psiquiátricos se triplicaron entre los esposos y las esposas de pacientes con cáncer de colon y pulmón, con respecto a los dos años previos al diagnóstico del tumor.
En las esposas de pacientes con cáncer prostático, esos trastornos crecieron un 68 por ciento, escribió el equipo de Sjovall en Journal of Clinical Oncology.
Tener un esposo o una esposa con cáncer también afecta la salud física. El equipo observó un 25 por ciento más de ciertas enfermedades en todos los esposos y esposas: cardiovasculares, como hipertensión y cardiopatías, y musculoesqueléticas, como artritis y dolor muscular crónico.
Para el equipo, es posible que algunos de esos problemas afectaran la salud mental. El estrés de tener un ser amado con cáncer fue probablemente la raíz de todas esas enfermedades, indicó Sjovall a Reuters Health por e-mail.
La autora destacó que los avances en la atención oncológica de los últimos años hicieron que cada vez más tratamientos sean ambulatorios. Eso, a la vez, aumentó el papel del esposo o la esposa del paciente como un cuidador informal.
«Eso, además del apoyo emocional, incluye el apoyo práctico con el uso de los fármacos, el transporte y las tareas diarias, además de más trabajo en el hogar», dijo Sjovall. «Para algunas parejas, eso significa un apoyo emocional y práctico pasajero, pero para otras es la transición al papel de cuidadores», agregó.
Y sugirió que las parejas que sienten que el estrés les está dañando la salud, tienen que hablar con el médico. «Necesitamos también aprender más sobre cómo identificar a las personas en riesgo de sufrir efectos negativos sobre su salud», destacó Sjovall.