(Aeronoticias): En las últimas semanas se hizo viral el video del influencer gastronómico Mauricio Velarde (Lima al Plato) que cumplió uno de sus sueños en septiembre pasado: llevar un plato de ceviche peruano a la estratosfera, a 30 mil metros de altura. ¿Por qué esta hazaña es mucho más que una anécdota de Instagram y podría tener implicancias importantes en la ciencia? ¡Te lo contamos!
«Nuestro ceviche es increíble y si bien ha llegado a todos lados era este el lugar a donde lo quería llevar: alto e inalcanzable como nuestro Perú», confesó el también deportista Mauricio Velarde, quien realmente tuvo la idea hace dos años. «Ni el cielo fue el límite», contó el comunicador. El video alcanzó 70,800 vistas y más de 1,700 interacciones en Instagram.
«Mi objetivo era hacer más ruido del plato que nos puso en la mira gastronómica mundial. Llevarlo a donde no había llegado antes era importante para darle cada vez un poquitín mas de trascendencia – pequeñita para lo que significa un ceviche peruano en la gastronomía mundial-, pero por lo menos un granito de arena», confesó. También quería demostrarse a sí mismo el poder de su imaginación y lo logró. Pero enviar un ceviche a la estratósfera no es tan fácil como pedirlo por algún servicio de delivery. Para lograrlo hizo una alianza con la Asociación Peruana de Astrobiología (ASPAST), que lleva más de 10 años realizando lanzamientos de globos estratosféricos en el Perú, además de las marcas The North Face y Volkswagen.
Se concretaron las coordinaciones con el Ministerio de Transportes y Comunicaciones para estar en contacto con las torres de control de Pisco y Lima durante el lanzamiento en Ica. Además, se estacionaron en un grifo, que sirvió de base para conservar la buena señal de radio.
Velarde también investigó adecuadamente sobre cómo lograr que los ingredientes no se despegaran del plato durante su viaje a la estratosfera usando un adhesivo sellador a base de Polímero Híbrido SMX.
¿Qué pasó con el ceviche en la estratosfera?
Si bien llevar un plato de ceviche peruano a la estratosfera ya es una hazaña destacada, el grupo académico que apoyó esta iniciativa también busca aportar información a la comunidad científica.
En anteriores lanzamientos a la estratosfera, la Asociación Peruana de Astrobiología ha logrado alcanzar 32 mil metros de altura y en su carga ha llevado semillas, papa, lechugas, tardígrados, minerales y otros recursos para someterlos a condiciones extremas.
«La estratosfera es una capa de la atmósfera posee condiciones análogas a las de Marte, por lo que evaluar el efecto sobre los alimentos nos permite comprender cómo estos reaccionarían ante ambientes similares durante misiones espaciales», sostuvo Octavio Chon Torres, docente del Programa de Estudios Generales de la Universidad de Lima y presidente de la Asociación Peruana de Astrobiología (Aspast).
Se pueden enviar desde muestras de té hasta sensores sofisticados. El vuelo dura entre tres y cuatro horas, tiempo suficiente para que se produzcan cambios significativos en las muestras, dijo el experto.
El ceviche peruano estuvo en un vuelo que duró entre 100 y 120 minutos, y a su regreso -que fue todo un reto también, según cuenta Velarde en su popular video- se pudo comprobar las condiciones de los ingredientes sometidos a temperaturas de – 70 grados.
Los restos del ceviche cayeron en el Cañon de los perdidos, en Ica.
«Normalmente cuando enviamos muestras de alimentos, estas no han pasado por ningún proceso de cocción. Sin embargo, en esta ocasión, algunos ingredientes del ceviche como el camote y el choclo sí fueron cocinados. Inicialmente no teníamos en mente que pudiera pasar algo diferente, ya que anteriormente, por ejemplo, en el caso de las cebollas, estas pasaron por un daño físico-químico severo debido a la descomposición celular. La exposición a la baja presión, frío extremo y radiación ultravioleta afectó la estructura y las funciones de las células de la cebolla, degradando sus componentes. Este proceso incluyó oxidación y deshidratación, lo que deterioró los compuestos orgánicos de la cebolla, provocando un cambio de color a marrón y un mal olor», señaló Octavio Chon a la Agencia Andina.
«Esto no ha sucedido con el camote y el choclo, pero sí con la lechuga y las partes de cebolla. En el caso del pescado crudo, regresó deshidratado y de un tono de coloración más oscuro, lo cual estaba dentro de lo esperado. Es algo que tenemos que seguir investigando, pero esto nos ha dado nuevas ideas», sostuvo el investigador.
Para otros científicos, como la astrofísica peruana Carla Arce Tord, este lanzamiento también resulta interesante para la ciencia debido a que permite evaluar cómo reacciona la comida ante condiciones tan extremas, señaló en un video en Instagram. Al respecto, Aspast busca continuar con las investigaciones científicas vinculadas con otros alimentos. «Estamos llevando a cabo investigaciones científicas relacionadas con la estratósfera en el Perú, demostrando que no es necesario acudir a otros países para lograrlo.
Asimismo, queremos mostrar que no es imprescindible enviar marcas o productos a empresas extranjeras para obtener imágenes con el fondo de la curvatura de la Tierra», dijo. Se espera que, próximamente, una muestra de pisco peruano llegue a la estratosfera.
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Fuente: andina.pe
