(Aeronoticias).- El Pentágono tendrá que gastar miles de millones de dólares en los próximos cinco años para mejorar urgentemente su estructura de armas nucleares, según el Secretario de Defensa.
Chuck Hagel realiza este alarmante anuncio, luego de que dos estudios llevados a cabo por el Pentágono llegaran a la conclusión de que hay «problemas sistémicos en toda la empresa nuclear «, de acuerdo a funcionarios de defensa de alto rango citados por ‘The New York Times’.
Los informes son una acusación punzante sobre cómo se ha permitido la decadencia de las instalaciones de armas nucleares de la Fuerza Aérea de la Marina, es decir, las instalaciones en silos de la flota de submarinos, desde el fin de la Guerra Fría. Una amplia revisión se puso en marcha tras los escándalos sobre el nivel profesional por parte de quienes atienden las instalaciones nucleares y luego del despido de altos oficiales por mala conducta, pero se finalmente se descubrieron problemas mucho más graves.
Por citar un ejemplo, mientras que los inspectores se obsecionaban con listas de verificación y revisión de las historias clínicas individuales, se hizo caso omiso a enormes problemas como el envejecimiento de las puertas blindadas de los silos (de 60 años de antiguedad) que no se cierran herméticamente, y el descubrimiento de que las dotaciones que manejan los 450 misiles balísticos intercontinentales en silos, tenían una sola llave que podía sujetar las ojivas nucleares.
Es decir, además de las decenas de miles de millones de dólares que el gobierno de Obama ya ha designado para actualizar los laboratorios nucleares y extender la vida útil de las ojivas existentes, será necesaria una enorme inversión adicional, algo difícil de explicar para un gobierno que llegó al poder hablando de un camino hacia la eliminación de las armas nucleares en todo el mundo.
Las inspecciones realizadas
Hagel encargó dos revisiones: una a cargo de altos funcionarios del Pentágono y la segunda, dirigida por dos oficiales retirados.
Ambos equipos de inspectores visitaron por separado todas las bases nucleares operativas y entrevistaron a aproximadamente 1.500 personas, desde los altos mandos hasta el personal de plantilla y contratistas.
Mientras que los informes de ambos grupos varían en detalles, sus evaluaciones globales son similares: en un minucioso y aburrido trabajo por estar siempre en ‘alerta nuclear’, se otorga demasiada atención a la cultura de la ‘microgestión’ y a los detalles más minúsculos, con el fin de generar la impresión de estar ocupados de trabajo, mientras que no se da real importancia a enormes problemas en el equipo y a la operatividad de las armas -problemas derivados en su mayoría por la antigüedad de los sistemas.
Fuente: RT
Foto: RT