Las autoridades habían informado que 153 mineros estaban atrapados en la inconclusa mina Wangjialing, en Xiangning (provincia de Shanxi), luego de que hace más de una semana la instalación carbonífera se inundó con agua.
“Es un milagro”, dijo el socorrista Wei Fusheng a la agencia de noticias Xinhua. “Ha valido la pena todo el esfuerzo. No hemos dormido por varios días”, agregó.
China tiene la industria de minería del carbón más mortal del mundo, con más de 2.600 muertos en inundaciones, explosiones, colapsos y otros accidentes sólo el año pasado.
Los sobrevivientes fueron sacados en camillas en medio de fuerte ovaciones y aplausos de decenas de socorristas que trabajaron día y noche durante una semana. Las ambulancias hacían fila afuera de la mina para llevar a los sobrevivientes al hospital.
Centenares de familiares esperaban noticias de sus seres queridos y otros curiosos se encontraban ubicados junto al camino, estallando en aplausos cuando las ambulancias pasaban.
“Estaría más que feliz de ver a quienquiera que sea sacado de la mina, aún si no es mi padre”, exptresó un hombre joven.
El Gobierno movilizó a 3.000 rescatistas para que extrajeran agua y buscaran a los mineros atrapados, pero la esperanza de que alguien emergiera con vida parecía estar disminuyendo hasta que se escucharon golpes en una tubería de la mina el viernes.