(Aeronoticias).- Aproximadamente unas 400 familias se han apoderado de los sectores de Cerros Altos y La Calera II. Frente a la aparente pasividad de las autoridades regionales y locales de Ica, muchos invasores vienen ocupado ilegalmente espacios en importantes zonas arqueológicas de las provincias de Nasca y Palpa. La situación es muy preocupante, porque se están dañando, como si no pasara nada, geoglifos y líneas preíncas considerados Patrimonio Cultural de la Nación.
Los invasores han tomado posesión de los sectores arqueológicos registrados como Cerros Altos y La Calera II y lo han hecho destruyendo, irremediablemente, un trapecio y varias líneas.
Asimismo, la mayoría de los gestores de la invasión, que no suelen vivir en las improvisadas casas de esteras que allí se han levantado, han trazado vías de ingreso vehicular hasta esos espacios, los cuales llegan a ocupar entre 200 y 1.000 metros cuadrados.
Esto comenzó a mediados de 2010, con la aparición de unas 50 familias. Esto coincidió con el inicio de la campaña electoral por las alcaldías, en la que algunos candidatos ofrecieron a estos ocupantes otorgarles, una vez electos, certificados y constancias de posesión. También les dijeron que les instalarían servicios básicos de agua, desagüe y luz”, reveló el historiador nasqueño Josué Lancho.
Ha sido poca la efectividad de las autoridades del Instituto Nacional de Cultura (hoy Dirección Regional de Cultura de Ica) para denunciar inmediatamente a estos invasores, y exigir al Ministerio Público y al Poder Judicial celeridad en los procesos legales. Debido a ello, estas invasiones se intensificaron en las últimas semanas de noviembre de este año hasta alcanzar unas 400 viviendas de esteras que ocupan casi el 95% del trapecio y las tres líneas paralelas que allí se dibujaban.
El coordinador de la Oficina Regional de Cultura de Nasca y Palpa, el arqueólogo Mario Olaechea Aquije, reconoció que falta mucho por hacer: “Tras verificar la existencia de estas invasiones, la Dirección Regional de Cultura de Ica denunció el pasado a estos invasores, pero no se ha logrado, hasta este momento, que el Ministerio Público lo haga penalmente por los delitos de destrucción del Patrimonio Cultural de la Nación y ocupación de una zona arqueológica. Ha existido una incomprensible lentitud de la fiscalía de Nasca para actuar oportunamente”.