(Aeronoticias).-Según informó la agencia oficial norcoreana KCNA, Corea del Norte ha lanzado una fuerte amenaza de realizar nuevos ensayos nucleares y de mayor intensidad si Estados Unidos mantiene su política de hostilidad frente a Pyongyang.
Cabe precisar que en un despacho emitido por el Ministerio norcoreano de Defensa, el régimen de Kim Jong-un advirtió de que, luego de realizar este martes su tercera prueba nuclear, se podrían ver obligados a cometer «una segunda y una tercera respuesta de mayor intensidad» siempre que Washington continúe «complicando la situación».
Pyongyang agregó además que la prueba realizada, que sigue a los ensayos atómicos llevados a cabo en 2006 y 2009, fue «en defensa propia» ante la actitud hostil de EEUU.
En dicho comunicado, reiteró que la detonación tuvo también como objetivo «mostrar la ira del Ejercito y de la gente (de Corea del Norte) contra la hostilidad criminal mostrada por EEUU».
La prueba realizada en la base de Punggye-ri, al noreste del país, alcanzó entre 6 y 7 kilotones según el Ministerio de Defensa de Corea del Sur, lo que supone más de un tercio de la magnitud de la bomba de Hiroshima -de unos 15 kilotones- con la que EEUU arrasó esta ciudad japonesa en 1945.
Ante la posibilidad de nuevas pruebas nucleares del Norte, el vocero del Ministerio de Defensa surcoreano, Kim Min-seok, aseguró que Seúl «observa de cerca» la situación actual.
«Corea del Sur y Estados Unidos están movilizando todas las fuentes de información disponibles para vigilar» a Corea del Norte, aseguró hoy el portavoz de Defensa, en declaraciones recogidas por la agencia surcoreana Yonhap.
La prueba nuclear fue detectada por países como EEUU, Rusia, China, Corea del Sur o Japón después de informar sobre un «terremoto artificial» de más de 5 grados en la zona en la que habitualmente Corea del Norte realiza sus test nucleares.
Pyongyang, que cumplió su amenaza nuclear como respuesta a las sanciones aprobadas recientemente por la ONU tras el lanzamiento de un cohete de largo alcance en diciembre, recibió tras su acto de hoy la condena unánime de gran parte de la comunidad internacional.
El presidente de EEUU, Barack Obama, advirtió que si Pekín, uno de los pocos aliados de Pyongyang, no presiona a Corea del Norte habrá un aumento de la presencia militar estadounidense en el este asiático.