El hallazgo lo realizó un empleado de la la compañía Southwest Airlines este miércoles, que nada más descubrir los restos humanos dio aviso a la Policía. Según un portavoz de la empresa, el contenedor no estaba registrado ni almacenado de un modo adecuado, reseña Europapress.
Por su parte, el oficial a cargo de la investigación, el coronel de la Policía del estado de Pulaski Garland Gamper, ha afirmado que hasta que no se le acredite con los documentos adecuados que el envío de dichas cabezas tiene fines científicos, no autorizará su entrega a Medtronic.
«En contactos que hemos mantenido con el Departamento de Sanidad, hemos llegado a la conclusión de que podría existir un mercado negro de restos humanos», expresó Pulaski Gamper en declaraciones a NBC, y agregó que simplemente quieren asegurarse que este envío de cabezas humanas se corresponde con la legalidad.