(Aeronoticias).- Según Robert Lacey en su “Aristócratas”, la expresión nació en la España del siglo IX. “Los nobles demostraban su pedigrí sosteniendo en alto el brazo de su espada para mostrar la filigrana de venas azuladas bajo su piel pálida”, escribe Lacey.
Pedigrí deriva del inglés “pedigree”, y éste a su vez del francés “pied de grue”, o pie de grulla, por las marcas que se hacían en los registros genealógicos, similares a una huella de grulla, informó el diario ABC de España.
Esta demostración de venas azuladas era en plena Reconquista una evidencia de que los nobles eran suficientemente pálidos como para probar que no habían mezclado su sangre con la de los moros o los judíos. Este detalle les distinguía de campesinos y trabajadores.
Tal como explica Manuel González Jiménez, catedrático en Historia Contemporánea, hay que distinguir entre la pureza de sangre y la hidalguía. “Eran cristianos viejos aquellos en cuya generación no hubiera judíos ni conversos”, expresó. En cuanto a la hidalguía, esta se heredaba si las cuatro generaciones anteriores eran de hidalgos, e implicaba beneficios tales como no pagar impuestos a cambio de obligaciones guerreras. Es decir, que no siempre iban de la mano.
El concepto de la aristocracia, no era en origen solo una clase social sino también un rasgo hereditario y físico. Por eso llevó en algunos casos a los matrimonios entre familiares con el objetivo de conservar la “sangre noble”.
Según explica Michael Edwardes en “Una Historia de India”, la idea de casta como clase social estática, tuvo su origen en una palabra portuguesa que significaba pureza de raza y que se implementó en India cuando los portugueses colonizaron algunas partes del país.
El sociólogo e historiador Max Weber resaltó en “La religión de India” las diferencias de color de la piel como factor importante para distinguir a la aristocracia de las clases sociales más bajas.
Y en los casos en los que no había tales diferencias de color, es frecuente encontrar en muchas culturas un rechazo sistemático al matrimonio entre aristócratas y no aristócratas. Así ocurría en Etiopía, en China durante las dinastías Chin, Yüan y ChŽing o en el Imperio Sasánida de Persia, donde “la pureza de la sangre de la clase superior era extinguida y protegida por ley”.
Fuente: Perú
Foto: Agencias
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