(Aeronoticias).- Dos meses después del fuego declarado en una batería de un avión Boeing 787 Dreamliner parado y sin pasajeros en el aeropuerto de Boston (Massachusetts), las autoridades de EEUU siguen investigando qué pudo causar ese incendio, indica un informe dado a conocer este jueves.
El informe del Consejo de Seguridad Nacional del Transporte (NTSB) señala que se siguen «examinando» los certificados y las pruebas realizadas a la batería de litio que se incendió, pero que aún no se ha encontrado la causa «de fondo» del cortocircuito responsable del fuego.
A principios de febrero, el NTSB identificó el «origen» del fuego en una de las células, donde se produjo un cortocircuito que luego se extendió al resto de células y produjo el incendio.
Lo que se desconoce aún es qué pudo causar este cortocircuito, aunque el NTSB sí ha revelado en su informe nuevos detalles de lo ocurrido, como por ejemplo por qué falló el sistema de ventilación.
«El sistema diseñado para dispersar el humo fuera del avión falló porque no le llegó la electricidad a raíz del incendio en la batería», relata el informe, en el que también se explica que la unidad auxiliar generadora de electricidad (mediante un sistema de gas) estaba apagada en ese momento.
A raíz de este y otros incidentes ocurridos a principios de año con otros aviones del mismo modelo, la Administración Federal de Aviación (FAA, por su sigla en inglés) decidió prohibir el vuelo a los Dreamliner 787 de Boeing y, por el momento, aún no hay fecha para que vuelvan al aire.
Los reguladores de EEUU trabajan conjuntamente con los de Japón y Francia para determinar las causas de los incendios.
All Nippon Airways (ANA), con 17 aviones; Japan Airlines (JAL), con 7 unidades; la estadounidense United y la india Air India, ambas con 6 aeronaves, han sido las compañías más afectadas.
Agencia EFE.