(Aeronoticias).- El presidente de Bolivia, Evo Morales ordenó suspender la construcción de una carretera que iba a atravesar territorios indígenas ante las protestas de comunidades nativas que defendieron sus ancestrales tierras que son protegidas por la Constitución de su país, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y las Naciones Unidas.
Se trata del tramo II de la carretera Villa Tunan- San Ignacio de Moxos que abriría una ruta de más de 300 kilómetros partiendo en dos el Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis) y que está financiada por la empresa brasileña OAS, la misma que intenta construir la hidroeléctrica de Inambari en el departamento peruano de Puno.
Pero Morales no solo suspendió los avances de esa carretera sino que también planteó ir a un debate para que pase por territorios donde están asentados desde tiempos inmemoriales los nativos bolivianos. “Que los pueblos de los dos departamentos afectados decidan”, propuso el mandatario pero ambas cosas fueron rechazadas.
Mientras tanto los indígenas que ya protagonizaron una marcha de protesta desde la Amazona a La Paz, llevando como rehenes al canciller boliviano David Choquehuanca, un ministro y un general de policía, amenazan con asediar más aún al gobierno de Evo Morales con el apoyo ahora de la poderosa Central Obrera Boliviana (COB) con un paro de 24 horas.
Ayer Morales lamentó y repudió los excesos atribuidos a las fuerzas del orden en su afán de controlar las cosas contra sus “ hermanos indígenas”, lo que también motivó las renuncias de altos funcionarios del gobierno, entre estos la del ministro del Interior, Sacha Lorenti.
Todo esto se dice que está deteriorando el prestigio indigenista de Evo Morales, primer gobernante boliviano que procede precisamente de una etnia de su país y que llegó al poder con una mayoría absoluta, causando la admiración de todo el continente.