La decisión fue hecha oficial en un documento firmado por la secretaria de Salud y Servicios Humanos, Kathleen Sebelius, dijeron autoridades sanitarias.Se tomó la medida para evitar que suceda lo mismo que la última vez que el gobierno realizó una campaña masiva de vacunación contra una nueva forma de gripe, en 1976, cuando miles de personas presentaron demandas porque, según dijeron, sufrieron efectos secundarios.
Desde los años 80, el gobierno protege a los fabricantes contra demandas judiciales por el uso de vacunas infantiles. Una corte federal maneja esos reclamos y decide quién deberá ser compensado con dinero de un fondo especial.El documento que Sebelius firmó el mes pasado les da inmunidad legal a quienes están trabajando en una nueva vacuna contra la gripe porcina, bajo el amparo de una ley del 2006 sobre emergencias sanitarias.
También prevé que se cree un fondo de compensaciones, si hace falta. El gobierno toma este tipo de medidas para alentar la creación de vacunas y el método ha funcionado.Los funcionarios federales han contratado a cinco fabricantes para hacer una vacuna contra la gripe porcina que, desde su identificación en abril, causó unas 263 muertes, según cifras divulgadas el viernes por los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades.
Más de 40.000 estadounidenses han tenido casos confirmados o probables, dijeron los Centros, pero esta cifra es de gente que buscó asistencia médica. Es probable que más de un millón de estadounidenses se hayan enfermado con el nuevo virus, muchos de ellos con casos moderados.Los funcionarios de salud creen que el virus podría mutar a una forma más peligrosa o al menos contribuir a una temporada de gripe más seria de lo normal. «Sí esperamos que haya un incremento de gripe este otoño», dijo la doctora Anne Schuchat, directora del Centro Nacional para Inmunización y Enfermedades Respiratorias.
