George W. Bush, actual presidente de Estados Unidos, admitió hoy, en un discurso sobre la situación en Oriente Medio que pronunciará esta tarde y cuyo texto ya fue difundido por la Casa Blanca. En el mismo Bush admite: “La guerra en Irak ha sido más larga y costosa de lo esperado”.
En el discurso que pronunciará a las 17.00 hora local (22.00 GMT) en el Centro Saban para estudios sobre Oriente Medio del Instituto Brookings, el mandatario saliente pretende dar una visión panorámica de su política en Oriente Medio durante su mandato, que buscó defender la democracia y la libertad.
No obstante a esto, Bush aún defiende la decisión de ir a la guerra, al afirmar que, aunque la creencia de que Sadam Husein contaba con armas de destrucción masiva resultó errónea, no se podía tolerar a "un enemigo jurado que actuaba de modo beligerante y que apoyaba el terrorismo".
Bush, que dejará el poder el próximo 20 de enero, afirma que ve progresos en las negociaciones para llegar a un acuerdo entre israelíes y palestinos, y sostiene que Estados Unidos "no tolerará que Irán desarrolle un arma atómica". "No todas las decisiones que hemos tomado han sido populares, pero la popularidad nunca fue nuestro objetivo", mantiene el jefe de la Casa Blanca.
Además, reconoce que sus esfuerzos "NO SIEMPRE HAN SALIDO SEGÚN LO PLANEADO" y en algunas áreas “SE HAN QUEDADO CORTOS” con respecto a lo que esperaban. De esta manera, admite: "La lucha en Irak ha sido más larga y más costosa de lo que esperábamos".
También destaca la "resistencia de regímenes apoltronados a abrir sus sistemas políticos" y los "contratiempos" en el proceso de paz entre israelíes y palestinos.
Entre ellos, cita la enfermedad del primer ministro israelí Ariel Sharón, la victoria de Hamás en las elecciones palestinas o la toma del control de Gaza por parte de ese grupo radical. Agrega: "Nuestro objetivo fue ayudar a una región atribulada a dar los primeros pasos, difíciles, en el largo viaje hacia la libertad, prosperidad y esperanza", de esta forma el presidente enumera, además, lo que considera los logros de su política en su mandato, entre ellos la renuncia de Libia a continuar su programa de armamento de destrucción masiva, la presión internacional contra las actividades atómicas iraníes o el fracaso de la red Al Qaeda en controlar países.