(Aeronoticias).- Un hotel cinco estrellas en Lima es cada día menos un lugar donde dormir. Se cierran negocios, se realizan congresos, seminarios. Muchos solo vienen a almorzar o a cenar y otra vez otros solo hablan de negocios en los espacios acondicionados para citas de este tipo.
Arturo Luna, jefe de ventas Los Delfines Hotel & Casino señala que el mercado corporativo es el gran motor de los cinco estrellas. Los ejecutivos permanecen en la capital 2.7 días.
“Nuestro público es de ejecutivos que llegan a Lima a fundar una empresa a cerrar un negocio o que es enviado por la casa matriz y el fin de semana ya se está retirando. Para el fin de semana nos apoyamos más en el mercado local”, agrega.
Pero el mercado aún tiene espacio para crecer. En el 2011 ingresaron nuevos jugadores entre los que figura el Westin y para este año se espera la apertura del hotel Hilton en Miraflores.
“Antes en Lima el promedio de ocupabilidad de los hoteles era del 50% y ahora, en el caso de Los Delfines, hemos tenido el 82% de ocupación, pese a que los fines de semana es de 37%”, señala el ejecutivo.
Empezando a crecer
El sector es cada vez más competitivo. Los Delfines alista obras por US$ 17 millones para enfrentar la creciente demanda. Desde la torre del hotel ya se ve el inicio de obras en un terreno contiguo de los que será su nuevo edificio. O 140 habitaciones o 90 suites. En esa duda se encuentran los ejecutivos del hotel.
“Tenemos que analizar bien la oferta y la demanda. Si se confirma el crecimiento en el tiempo de ocupabilidad deberíamos ir por las suites para largas estadías”, refiere. Añade que el proyecto debe estar listo en el 2013.
El mercado de hoteles cinco estrellas creció el año pasado 14%, con relación al 2010. “Nosotros llegamos a crecer 17%”, explica Luna.
El otro negocio
Lima es una ciudad corporativa desde la mirada del sector hotelero y también un centro de convenciones. La mayoría de hoteles cuenta con espacios de este tipo.
Los Delfines tiene catorce salas y una de ellas puede albergar a 1,200 personas. Una convención en Lima favorece a todos los hoteles de la capital, pues ninguno tiene la capacidad de albergar a todos los asistentes. Cada mes se realizan al menos dos grandes eventos internacionales en la capital.
“Nosotros tenemos 206 habitaciones. Un congreso nos ocupa todo el hotel. Incluso, ahora el hospedaje se decide mucho por el hecho de tener los centros de convenciones desocupados”, añade.
Más ventas
Los Delfines posee dos restaurantes, los cuales –señala Luna– han crecido en demanda y en producción. “Antes el restaurante era un complemento para el hotel, pero ahora se ha convertido en un muy buena fuente de ingresos. La mayor demanda del restaurante es la atención del mercado local, antes que a los huéspedes”.
Hay muchos ejecutivos usan las instalaciones de los restaurante para cerrar negocios, sobre todo en el Wine Bar que es un espacio privado.
Otro cambio percibido es que la gente está dispuesta a pagar más por su estadía en el hotel. “Hay cada vez más exigencia por la personalización del servicio y eso tiene un costo”.
“La gente está dispuesta a pagar más por ese buen servicio (…) Tenemos huéspedes que gastan. Tenemos botellas de vino de US$ 950 que se venden muy bien”, añade.
Diario Gestión.
