Los paros siguen adelante a pesar de la reunión de última hora y no obstante el esfuerzo de la línea aérea española Air Comet, la huelga ha originado retrasos de dos y tres horas en los dos de los seis vuelos programados para el día de hoy.
Concretamente, el vuelo procedente de Guayaquil (Ecuador) con destino a Madrid tenía que haber despegado a las 14.30 horas pero aún no lo ha hecho, aunque está embarcado, según señalaron fuentes sindicales de Air Comet.
Presidente de Air Comet, Gerardo Díaz Ferrán y su difícil misión de hacer entender a sus trabajadores que no es hora de huelgas
Además, también tiene retrasos el vuelo con destino La Habana (Cuba), que aún no está embarcado y que tendría que haber salido a las 15.30 horas, pero según fuentes de la compañía, el retraso obedece a motivos operativos y no a los paros.
Fuentes de la aerolínea indicaron que los servicios mínimos, que Fomento fijó en el 75 por ciento, se están «cumpliendo» y que la aerolínea opera «con normalidad». Pese a ello, las mismas fuentes confirmaron que se han producido retrasos ya que debido a la «falta de personal» se han demorado los traslados de maletas.
La compañía, que no cifró el seguimiento de la huelga, a la que estaban llamados unos 640 trabajadores, afirma que durante la jornada de ayer el propio presidente de la aerolínea, Gerardo Díaz Ferrán, planteó al comité de empresa una nueva propuesta para abonar las nóminas atrasadas, que «todavía» no ha recibido propuesta por los sindicatos en un último intento por evitar la huelga.
Fuentes de Air Comet evitaron concretar los detalles de dicho plan, que calificaron no obstante de «muy buena oferta» y confiaron en que satisfaga a los trabajadores.
No obstante, fuentes sindicales aseguraron que en la reunión, Díaz Ferrán les ofreció un pago de parte de las nóminas el próximo viernes a cambio de desconvocar los paros, un acuerdo que fue rechazado por los trabajadores.
De hecho, los sindicatos Sepla, CGT, USO, UGT y Stavla emitieron hoy un comunicado conjunto en el que aseguran que no se desconvocará la huelga ni se solucionará la situación hasta que no hayan percibido el pago de todos sus salarios atrasados «y se recupere la normalidad en las relaciones laborales».
«No hemos conseguido más que un catálogo de buenas intenciones sin ningún tipo de compromiso por parte de la dirección de la compañía», subraya la nota, que también informa del encuentro mantenido con Díaz Ferrán y afirma que éste formuló «una relación de promesas vagas e inconcretas con el fin de que pusiésemos fin a la huelga de manera inminente».
«Este comité coincidió en no dar ningún valor a la palabra del señor Díaz Ferrán, sin embargo nosotros consideramos que los trabajadores tienen que tener en cuenta que no pueden tener posiciones radicales que pueden causar daños a la empresa y hacer peligrar sus puestos de trabajo.
Los trabajadores de Air Comet consideran «injustos» los servicios mínimos marcados por el Ministerio de Fomento de España, pero se comprometen a acatar los mismos y aseguran lamentar profundamente «los posibles trastornos y problemas que se deriven de una acción tan contundente como es la huelga en todos los usuarios del transporte aéreo» pero achacam «toda la responsabilidad de tan penosa situación a la actitud demostrada por la dirección de la compañía».
PROBLEMAS DE LIQUIDEZ
La aerolínea, propiedad de Díaz Ferrán y su socio Gonzalo Pascual, adeuda cerca de 16 millones de euros a la Seguridad Social, por lo que sus propietarios barajan acogerse a la línea ICO abierta por el Gobierno para respaldar al sector aéreo, y con la que prevén ingresar 20 millones de euros. Asimismo, la compañía ultima un crédito puente «de ocho dígitos» que le permita afrontar los salarios que debe a sus trabajadores y le «aporte liquidez», según fuentes de la compañía.
No obstante, las mismas fuentes señalaron que dicho crédito «aún no se ha materializado» por lo que se estudian otras soluciones financieras».
Respecto a los rumores que apuntan a la posibilidad de que el grupo Marsans esté buscando comprador para Air Comet, admitieron que la compañía está «ultimando cosas» para dotar a la aerolínea de liquidez, que «ojalá cristalicen», que evitaron concretar.
