(Aeronoticias).- Documentos robados en instituciones públicas. Cambios en el Ministerio de Cultura. Espacios teatrales en abandono. En vista de este panorama, la cultura existe y subsiste. Y es que una política cultural no es la primera preocupación del gobierno y de las autoridades regionales y locales. Ante esta situación, hablamos con el cineasta Joel Calero, el escritor Alonso Cueto y la exdirectora de la BNP María Emma Mannarelli. Si bien un país se maneja por la política y la economía, es la cultura la que unifica a los ciudadanos como nación, así lo entiende el escritor Alonso Cueto: “El Perú tiene una extraordinaria cultura y es una paradoja enorme que esté abandonada por los gobiernos sucesivos”.
Para el autor, antes de que haya una decisión política de promover cultura, es necesario que se cuenten con las condiciones necesarias. “El abandono es terrible, porque supone un aislamiento, una condena. Y una política cultural y educativa lo que hace es dar las herramientas para que la gente pueda ir mejorando”, agrega el autor. Sin embargo, el escritor no niega los avances que se han hecho en el ministerio, y el cambio de sus titulares “solo es un tema coyuntural, (pues) el problema de fondo es que faltan los recursos”.
Con una mirada menos alentadora e incisiva, el cineasta Joel Calero niega que haya una política cultural y desde su cartera insiste en la modificación de la actual Ley de Cine. Según Calero, la cultura se ha visto mermada por la corrupción y el desconocimiento, pues miembros de partidos como Fuerza Popular o el Apra han sido quienes han integrado la Comisión de Cultura.
Asimismo, el director de La última tarde afirmó que los temas culturales permiten crear ciudadanía y ser responsables en la elección de gobierno, por lo que es necesaria una política cultural. Joel Calero también recalcó que una presentación de teatro o una obra teatral no es necesariamente una política cultural. Sostuvo que se necesita legalidad en las industrias artísticas.
María Emma Mannarelli, exdirectora de la Biblioteca Nacional, comentó que no existe en términos legales una política cultural. Para la también historiadora, “la cultura en el país necesita una delimitación del concepto, por difícil que sea”, a fin de marcar una dirección en proyectos y leyes culturales.En función a ello, Mannarelli señaló que se necesita modificar el organigrama del Ministerio de Cultura: “Tiene que ser una mirada de abajo hacia arriba, integradora”.
Entonces, ¿no existe una política cultural? La primera gestión la realizó el Instituto de Cultura desde 1971, una guía para tratar sus puntos de agenda. Tras la creación del Mincul se formularon “Los lineamientos de políticas culturales 2013-2016”, bajo la dirección de Luis Peirano Falconí. En el 2017 se realizó un borrador. En el 2018 se aprobó una ley que regula las industrias culturales y se publicó una Guía de Políticas Nacionales. Y hoy en día se ha diseñado una propuesta de política cultural hacia el 2030, pero debe pasar por una serie de instancias. Es aún solo un proyecto.
