El objetivo de las amenazas al detenido Abd al Rahman al Nashiri era asustarlo para que diera más información, según una fuente que cita la revista que leyó el informe de la CIA. Una ley federal que prohíbe el uso de la tortura veda expresamente las amenzas a un detenido con su «muerte inminente».
Funcionarios norteamericanos confirmaron el año pasado que Nashiri fue uno tres detenidos de la CIA que fueron sometidos a ahogamientos simulados («waterboarding»), una práctica que implica echar agua sobre un sospechoso de modo que sienta que se ahoga. El informe indica además que la falsa ejecución se realizó en una habitación cercana a la de otro detenido, y se disparó un tiro, de modo de que éste creyera que otro prisionero había muerto.
La revista añade que el informe, bastante extenso, realizado por el inspector general de la CIA y terminado en 2004, menciona más de un caso de ejecución simulada. El documento no fue publicado en su día al parecer por presiones de funcionarios de la administración del ex presidente George W. Bush.
El Comité de Inteligencia del Senado está llevando a cabo actualmente una investigación sobre el programa de detenciones e interrogatorios de la CIA. Éste incluía una red de cárceles en todo el mundo desde donde los prisioneros eran trasladados luego a la base estadounidense de Guantánamo, en Cuba.