La televisión estatal informó que la poderosa Guardia Revolucionaria, la cual controla el programa de misiles de Irán, probó exitosamente versiones actualizadas del misil de alcance medio Shahab-3 y del misil de combustible sólido Sajjil. Ambos tienen capacidad para transportar ojivas y tienen rangos de hasta 2.000 kilómetros (1.200 millas). Fue la tercera ronda de pruebas de misiles en dos días de ejercicios de la Guardia.
Las pruebas con misiles comenzaron el domingo, dos días después de que Estados Unidos y sus aliados anunciaron que Irán había estado desarrollando en secreto una planta subterránea de enriquecimiento de uranio y advirtieron al país que debe abrir el sitio a la inspección internacional o enfrentar sanciones internacionales más duras. El general Hossein Salami, jefe de la Fuerza Aérea de la Guardia Revolucionaria, afirmó el domingo que los ejercicios tenían la intención de mostrar que Teherán está preparada para aplastar cualquier amenaza militar de otra nación.
La revelación de la instalación nuclear secreta de Irán ha incrementado la urgencia a una reunión crucial del jueves en Ginebra entre Irán y seis naciones poderosas que tratan de detener su presunto programa de armas nucleares. Alex Vatanka, un analista de Medio Oriente para IHS Jane’s, dijo que Teherán estaba realizando pruebas de misiles ahora «para mostrar algo de fuerza, mostrar algo de fortaleza y afirmó que el juego no ha terminado todavía para Irán».
Sobre la reunión en Ginebra, apuntó que los iraníes «sienten que al ir a estas reuniones… necesitan llegar con algo más para reforzar su posición. Creo que la demostración aquí de la Guardia Revolucionaria de Irán, de un poco de fuerza militar, es parte de eso», agregó el analista.
La secretaria estadounidense de Estado Hillary Clinton dijo que no cree que Irán pueda convencer a Estados Unidos y a otros poderes mundiales en la próxima reunión que su programa nuclear es con propósitos pacíficos, como Teherán ha afirmado desde hace mucho tiempo. Ello pone a Teherán en el camino de sanciones económicas más severas más allá de las actuales «sanciones resquebrajadas», afirmó.