Los tripulantes de cabina de Ethiopian Airlines trabajan con el rostro cubierto por máscaras quirúrgicas y sus manos enfundadas en guantes.
La aerolínea estatal de Etiopía, una de las mayores y mejor consideradas, es una de las pocas del mundo que sigue volando a China en medio de la crisis del coronavirus Covid-19, que ya se ha cobrado más de 1.300 vidas y cuenta ya con casi 60.000 contagios en todo el mundo.
¿Por qué mientras pesos pesados globales como Bristish Airways, Air France, KLM, American Airlines o la propia Iberia cancelan sus vuelos a una China cada vez más aislada, la aerolínea de bandera etíope insiste en mantener todas sus conexiones con el gigante asiático?
La controvertida decisión de la compañía etíope, de las pocas del mundo y la única africana que mantiene sus vuelos a China “con normalidad”, tiene una lógica no solo comercial, sino diplomática: es una inversión a futuro. Pekín es uno de los mayores inversores en Etiopía, que además arrastra una millonaria deuda con el gigante asiático.
“Ethiopian Airlines sirve a los países en los buenos y malos momentos”, ha explicado el director ejecutivo de la aerolínea, Tewolde Gebremariam, en declaraciones a medios locales el pasado fin de semana. Pero la motivación real es más económica, admite acto seguido:
“China tiene una fuerte relación comercial y de inversión con África, y Ethiopian Airlines es la principal aerolínea que une a China con muchos países africanos. Si detenemos los vuelos a China, rompemos esa relación”.
El previsible frenazo económico no ha impedido a las principales aerolíneas comerciales suspender sus rutas a más de cuarenta aeropuertos internacionales en China continental, desde Pekín a Shanghái, Chengdu o Shenzen. Se han cancelado más de 10.000 vuelos desde finales de enero.
Las europeas Iberia, British Airways, KLM, Air France, Lufthansa, Swiss Air y Finnair se unieron a finales de enero a la decisión de las norteamericanas American Airlines, United Airlines, Delta y Air Canada de suspender todos sus vuelos a China. Aerolíneas asiáticas como Japan Airlines, All Nippon Airlines, Korean Air, Air India o Korean Air han limitado sus servicios, con miles de vuelos cancelados.
Contagio exponencial
Mientras los infectados por el coronavirus se multiplican exponencialmente en China, el virus avanza en otros continentes. En Europa se cuentan ya casi 50 afectados y Estados Unidos suma otros 14. Sin embargo, el continente africano no ha confirmado por el momento ningún positivo del Covid-19.
Puede que por poco tiempo. Ahora mismo hay al menos 15 países africanos donde se mantiene a varias personas en observación tras mostrar síntomas acordes con el Covid-19, según datos del centro de control de enfermedades de África (CCD, por sus siglas en inglés).
Varios países, entre ellos Etiopía, han establecido nuevos controles en los aeropuertos y ambulatorios, con la intención de evitar la llegada del virus al continente y su potencial expansión. Controles de temperatura en los aeropuertos, botes de gel desinfectante en cada esquina y seguimiento de los casos sospechosos. Por el momento, todos los sospechosos han dado resultado negativo. Sin embargo, los expertos dudan de que se pueda mantener aislados a los países africanos de la expansión mundial del Covid-19.
“Podemos estar muy seguros de que el coronavirus se exportará a África”, explica la experta en bioseguridad Ngozi Erondu, investigadora asociada del programa de Salud Global en la Chatham House, a El Confidencial. “Hay una gran cantidad de rutas entre China y África, los ‘hubs’ como Adis Abeba, El Cairo y Nairobi [capitales de Etiopía, Egipto y Kenia respectivamente] están en un particular riesgo debido a la gran cantidad de viajeros chinos que pasan por esos aeropuertos”, añade.
La determinación de Etiopía de mantener sus aeropuertos abiertos ha generado tensiones con algunos vecinos continentales. “No nos preocupa que China no pueda manejar la enfermedad. Nuestra mayor preocupación es que la enfermedad llegue a áreas con sistemas de salud más débiles, como el nuestro”, criticó el presidente keniano, Uhuru Kenyatta, quien urgió a la aerolínea a cancelar sus rutas pese al descalabro económico que supone. Kenya Airways ha cancelado todos sus vuelos, igual que otros gigantes africanos como Roya Air Maroc.
Esos miedos han sido rechazados por la compañía. “Tenemos que tomar las máximas precauciones, pero detener los vuelos no es una de ellas”, ha aseverado Gebremariam, CEO de Ethiopian.
Inversión China
Aunque no hay cifras oficiales, se estima que en el continente africano viven entre 200.000 y dos millones de ciudadanos chinos. En el último año, Etiopía ha superado a Dubai como el mayor ‘hub’ de transporte y escalas de vuelos de larga distancia con destino a África. El tráfico aéreo entre China y África ha aumentado un 630% en la última década y es Ethiopian Airlines la aerolínea que opera cerca de la mitad de los más de 2.600 vuelos anuales. Los ciudadanos chinos son, de hecho, la principal nacionalidad de sus clientes.
El propio aeropuerto internacional de Bole (Adis Abeba), que recibe a 22 millones de pasajeros anualmente, ha triplicado su tamaño en los últimos años con, precisamente, un préstamo chino de 363 millones de dólares.
Este es sólo uno de la decena de proyectos de ingeniería y comunicaciones que China ha invertido en África y, concretamente, en Etiopía. China ha financiado -y sus compañías construido- el sistema de metro ligero (475 millones), la carretera de circunvalación de la capital etíope (86 millones) o la línea de tren que une Etiopía y Yibuti (3,4 mil millones de dólares). Y, con el reformista Abiy Ahmed Ali como primer ministro etíope, decidido a modernizar el país y convertirlo en una nueva potencia africana, las inversiones y proyectos de ingeniería continuarán. Para ello necesitan préstamos chinos.
Esta dependencia económica de Etiopía de su aliado asiático apunta a uno de los principales motivos por los que Ethiopian Airlines, una aerolínea de propiedad estatal, no ha cortado de raíz sus vuelos y rutas con China. Es, después de todo, una inversión a futuro.
¿Y si el virus llega a África?
Desde que el Ministerio de Salud etíope impuso controles de temperatura en el aeropuerto de Adis Abeba, más de 3.500 pasajeros diarios de origen chino han pasado por sus terminales. “Si bien la mayoría de los países africanos están mucho más preparados desde el brote de SARS de 2003 o el brote de ébola de 2014-16, los sistemas de salud (que detectan y tratan enfermedades) en África son algunos de los más débiles del mundo”, explica Erondu.
El efecto de un brote de Covid-19 en África podría ser devastador: “será muy difícil controlar la enfermedad, proporcionar suficientes instalaciones de cuarentena o garantizar que todos los trabajadores sanitarios estén protegidos… Y así el virus podría propagarse mucho más rápido en muchos países africanos”. Aunque la OMS ha iniciado medidas de preparación prioritarias en 13 países africanos, incluyendo Etiopía, hoy día solo seis laboratorios en todo el continente tienen capacidad y tests para detectar a un infectado del nuevo coronavirus.
No solo el contagio, sino también la mortalidad, añade. “Estamos viendo que casi el 15% de las personas infectadas con el nuevo coronavirus requieren tratamiento hospitalario, algo que será muy difícil de atender para la mayoría de países africanos”, incide la experta en bioseguridad.
Sin embargo, cancelar los vuelos no impide, en opinión de Erondu, la expansión del virus. “Ethiopian Airlines ha tomado la decisión correcta, y deberían ser un modelo. Las regulaciones de la OMS recomiendan claramente que el comercio y viajes no deben suspenderse durante un brote”. El daño económico puede ser, de hecho, mucho peor, y lleva tiempo repararlo. Por el momento, las estimaciones de crecimiento económico del continente ya se han resentido.
Fuente: El Confidencial.