Según las recomendaciones de analistas de diversas corredurías, la crisis económica redujo los precios de acciones de las compañías latinoamericanas a tal grado que ahora, pese a la recesión, representan una oportunidad, y es por esto que las acciones latinoamericanas subirán por lo menos 22% al cierre de este año, pronosticó recientemente JPMorgan, debido a que las acciones se encuentran baratas, tras el desplome de los mercados mundiales el año pasado y al inicio de 2009.

Los flujos de inversión extranjera en el mercado accionario latinoamericano alcanzaron los 1,296 millones de dólares en el primer trimestre del año, contra la salida de 607 mdd del último trimestre de 2008, cuando se registró la mayor volatilidad en los mercados.
Aunque México es considerado como el octavo mercado emergente más importante por la firma MSCI Barra Index Research, los pronósticos de un rendimiento de más de 20% en el principal indicador de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) se fortalecen por parte de casas de bolsa como Ixe.
Si bien los flujos de inversión a fondos aumentan en Latinoamérica, la mayor tajada se dirige al mercado de Brasil, que llega a acaparar hasta el 80% cada semana.
En México desde octubre pasado la BMV dejó de reportar los flujos de inversión extranjera al mercado accionario, por lo que no es posible conocer con exactitud el monto de inversión al mercado local.
La mayor entrada de flujos despierta ciertas preocupaciones porque "representan un problema potencial para los relativamente estrechos mercados de capitales de la región, en particular en México", informó Banamex Accival. Y es que las operaciones de compra y venta de acciones se concentran en un puñado de no más de 35 emisoras, por lo que mayores flujos pueden "indigestar" al mercado.
Una mayor demanda afecta las valuaciones de las emisoras al tiempo que se esperan menores utilidades por la recesión económica.
Para evitar un futuro problema, Banamex sugiere que se amplíe el mínimo de colocación de acciones de las emisoras de un 12% actual a un 28% como en Brasil, lo que haría más "públicas" a las empresas en Bolsa y ampliaría las oportunidades de inversión.