En 1994, la autora escribió sobre turismo de drogas, una situación en cual un charlatán recorrió unos individuos del primer mundo (e.g. EE.UU. o Europa) a la amazonia peruano, ecuatoriana o brasileña) para participar en sesiones con ayahuasca (varias especias de Banisteriopsis). Estas plantas contienen harmina, harmalina y tetro-hydroharmalina. Este fenómeno-un lado negro de la globalización- ha aumentado en los últimos 15 años, causando peligros de salud serios para los clientes de los nuevos chamanes. Es poco documentado o narrado cronológicamente. Los hombres y las mujeres mestizos de clase media han aportado al hundimiento continuo del sistema de curación cultural. Es un etnocidio que lentamente y seguramente está destruyendo las tradiciones antiguas de curación de la región. Tradicionalmente, el ayahuasca está utilizado para determinar la fuente de las maldiciones de brujería y maldad, y para permitir que un chaman poderoso pueda rectificar las ansias y miedos de sus clientes.
El chamanismo comercial en el Perú ha llegado a ser aquel en donde los extranjeros reciben una porción psicodélica poderosa de plantas, costando unos $ 300- $ 500 (US) a la vista, comparada a $ 30-$50 de costo para la gente local. Estos ritos han llegado a ser muy comercial, y la comunidad beneficia económicamente del turismo. Pues, las autoridades no han acortado esta actividad a pesar de tratados internacionales que conciernen interdicción de drogas tal como DMT, una sustancia que se encuentra parte de unas de las plantas auditivas. Esta planta se llama chacruna en español (Psychitripia viridis) y tiene dentro la sustancia el DMT que está prohibido por la ley sobre las sustancias controladas de 1970.
Comparado con este uso de ayahuasca en hoy día, tenemos también el ejemplo como sacramento de la iglesia nueva de Brasil que se llama União de Vegetal. Este uso del ayahuasca como sacramento es muy diferente que lo que experimentan los turistas urbanos quienes son mayormente bien educados, este turismo de drogas puede causar daño a los participantes y efectivamente destruiría la curación tradicional urbano y rural con sus raíces en el pasado prehistórico.
Los Nuevos Chamanes.
Básicamente son negociantes quienes arrancan efectivo de los visitantes. Algunos desarrollan ritos y procedimientos tontos que hacen imágenes exagerados de lo que ellos creen debe ser un estado alterado de conocimiento. Algunos chamanes utilizan baños de barro y la desnudez en sus grupos, muy distintivo de lo que la autora ha observado en 1968-69, 1977 y 1979 en ritos tradicionales con ayahuasca. En aquel entonces, una tela de plástico ha sido puesta en el suelo, con los clientes sentados en medio circulo. El ayahuasquero silbaba las incautaciones y los “icaros” (canciones especiales) para provocar contacto con espíritus por unas horas. En cambio, hoy día los clientes turísticos no están evaluados por el curandero. Los nuevos chamanes pocas veces han sido aprendices y pocos han dietado para aumentar sus habilidades de comprender el efecto de las plantas alucinógenas.
He entrevistado con ayuda de mi colega, Sr. Rumrrill y una estudiante graduada, y unos 15 chamanes durante el último año (2006-2007). Muchos de ellos son gente sin experiencia, gente con tendencias sociopáticas, quienes no tienen la capacidad, la preparación ni la personalidad por 3este trabajo. Muchos no saben curar y no pueden diagnosticar las enfermedades con que presentan los clientes. A veces, la condición física o psicológica del turista empeora y el cliente tiene que ser rescatado. Hay ocasiones cuando ha seguido la locura o la muerte, cuando las plantas daturas han sido añadidas al brebaje
Datos sobre los Nuevos Ayahuasqueros:
– 80% son hombres.
– Edades; 40 – 60 años; pocos son ancianos
– Los jóvenes tiene igual prestigio comparado con los ancianos
– Curanderos jóvenes, algunos bien educados, viven en las ciudades y viajan afuera de Perú, dictan conferencias y publican libros.
– Sus ocupaciones su de antes eran campesinos, han extraído productos del bosque-la caza y la pesca. Si eran urbanos, tienen historia de ocupaciones precarios-vendedores ambulantes u obreros.
– Ninguna preparación formal en la curación.
– Pocos tienen influencia de la medicina occidental
– La mayoría aprendieron de familiares
– Enfoque sobre desordenes psicosomáticos, e.g., estrés
– Ninguno tuvo interés en lo místico.
– Todos usaban ayahuasca, tóe, o chiricsanango y no tenía conocimientos de las 4,400 plantas que los indígenas.
La curación indígena hizo caso a las corrientes esotéricas y espiritualistas. Utilizan elementos modernos tal como baile, música, objetos rituales, etc. Los curanderos reportan que hay poco daño que viene del uso de ayahuasca en cuanto a la salud del cliente. El ayahuasca está desapareciendo como planta sustentable en la amazonía y frecuentemente está remplacable por el uso de tobacco. El chamanismo está caminando, incluyendo la disminución de las dietas especiales, preparatorias que acompañan el uso de ayahuasca en el pasado. Los clientes vienen de EE.UU. y Europa. Los curanderos son comerciantes y viajan por todo el mundi, por invitación y tienen clientes en Nueva York, Viena, Vancouver, Ámsterdam, etc. Mantienen páginas Web y redactan los folletos. Las compañías de turismo en Iquitos tienen un servicio “chamanico”. Hacen arreglos con ayahuasqueros del local para brindar el ayahuasca con sus clientes. Los curanderos curan no por justificación moral o providencial, sino porque simplemente vienen pacientes con enfermedades físicas o espirituales
Conclusión
Este turismo de drogas llama por regulación, dado la potencia de los químicos conllevados con el tráfico. Es diferente el uso tradicional mestizo o indígena adentro de un contexto ritualizado que pasa el conocimiento a través de periodos de aprendizaje largo y riguroso, cuando se le mira dentro la vista del turismo contemporáneo. El turismo de drogas en Perú de hoy día y en la región amazónica es solo una nota de pie de pagina al traficar con las drogas a través del mundo.
