(Aeronoticias).- Las aerolíneas low-cost en México han tomado lugar en el mercado aéreo azteca. Desplazar a Aeroméxico -Volaris, Interjet y VivaAerobús son su pesadilla-, la más importante del sector tras la caída de Mexicana de Aviación, es una muestra de ello. No obstante, los precios de estas empresas siguen siendo muy altos como para considerarse low-cost.
O al menos, si los comparas con otros países.
Los vuelos de Londres a Barcelona pueden costar casi tres veces menos que de Monterrey a Ciudad de México ¿Y qué diferencia habría? Quinientos kilómetros menos en el caso de Reino Unido a España, y el coste del combustible de aeronaves.
Otro factor es la tarifa de uso de aeropuerto (TUA). Miguel Valero, presidente del Colegio de Pilotos Aviadores, explicó: «En México (las aerolíneas de bajo costo) tienen un piso fijo de costo de operación que son el costo de combustible que es mucho, el 60%, y los costos de los servicios aeroportuarios y complementarios. Esos por más que sean aerolíneas de bajo costo no los podrán bajar».
En la Unión Europea, cada país es libre de colocar un tributo acorde con sus necesidades.
Pero las aerolíneas de bajo coste, en su proceso de ahorrar gastos de todo tipo, toman medidas que podrían originar una sorpresa a los usuarios. Cobrar por la emisión de pases de abordar, limitaciones -de las ya conocidas- al peso de maletas o cobrar por los alimentos a consumir son algunos de estos detalles que marcan -aunque cada vez menos que sus pares europeos-.
Con información de CNN.