La representante del MP, sostuvo que el programa viene reinsertando “de manera positiva a la sociedad” a jóvenes y adolescentes en situación de riesgo. Precisó que son líneas matrices del programa la atención psicológica, el desarrollo laboral a través de capacitaciones técnicas y el apoyo espiritual.
En el programa «Los Fiscales», que se emite a través de Radio Exitosa, la doctora Loayza refirió que esta labor se viene aplicando en aquellas zonas donde el tema de la violencia juvenil es latente.
En el caso de Lima el MP lleva adelante el programa en Villa el Salvador, Villa Maria del Triunfo, Huaycán, Santa Clara, El Rimac, El Agustino, San Juan de Miraflores, San Juan de Lurigancho San Martín de Porres y también se ejecuta en las capitales de departamento del interior del país.
Manifestó que el MP trabaja en forma coordinada con organismos públicos y privados comprometidos con el tema de la seguridad ciudadana, con el propósito de brindarles herramientas que les permitan incrementar sus habilidades y alejarlos del delito
Labor intensa en Trujillo
En el mismo espacio, el Fiscal Provincial Titular de Prevención del Delito de Trujillo, Erick Rodriguez Musto, indicó que en la actualidad son más de 180 jóvenes y adolescentes los que participan en el programa de reinserción social en la ciudad norteña.
El fiscal Rodríguez Musto, precisó que el programa se inició desde enero del 2010, y en esa etapa se ha puesto atención en contrarrestar la acción de organizaciones criminales que están captando a adolescentes y jóvenes para iniciarlos en las actividades delictivas, particularmente en la extorsión.
Indicó que adicionalmente se han realizado, en lo que va del año, cinco jornadas de acercamiento y que hasta el momento son más de 120 instituciones educativas las que han participado en la implementación de fiscalías escolares y fiscalías escolares ambientales.
Por su parte el doctor Aldo Panfichi, Jefe del Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad Católica, explicó que la violencia juvenil busca doblegar la voluntad de otras personas para conseguir sus fines a través de la violencia simbólica (grafitis), verbal (la palabra) y física (agresión).
El profesional indicó que la violencia juvenil es producto de la sociedad donde vivimos, donde se glorifica el uso de la fuerza y por lo tanto aparece con algo legítimo. «Los años de terrorismo y la lucha antisubversiva han dejado una herencia en el cual existe la idea de que si uno no logra las cosas por las buenas, la obtiene por las malas», finalizó el especialista.