(Aeronoticias).- Mario Vargas Llosa, laureado escritor peruano que hoy recibió el Premio Nobel de Literatura 2010 en la capital de Suecia, rindió un emotivo homenaje a su esposa Patricia, reconociendo que “ sin ella mi vida hubiera sido caótica porque soportó mis rabietas y neurosis”, permitiéndole trabajar sin descanso.
La emoción del autor del Sueño del Celta y de tantas consagradas obras, escritas en casi todas las lenguas del mundo, impactó a la selecta concurrencia que escuchó su discurso, más aún cuando se le quebró la voz, testimoniando la gratitud a la madre de sus hijos que lo acompaña ya 45 años.
En otros pasajes de su oratoria, que duró alrededor de una hora, Mario Vargas Llosa describió diversos episodios de su vida transcurridos en su patria así como en varios países del mundo, sobre todo en España, cuya nacionalidad también ostentó con orgullo por haber sido acogido en su seno en momentos difíciles.