Estos investigadores examinaron una muestra de 733 personas de una edad promedio de 60 años, de las cuales el 70% eran mujeres. Midieron su Índice de Masa Corporal (IMC), cintura y grasa abdominal, además de escanear el cerebro.
“Nuestros resultados confirman la relación entre el incremento del IMC y la reducción del volumen del cerebro en las personas más ancianas y de edad mediana, observada previamente en un grupo de menos de 300 personas”, subrayó la doctora Sudha Seshadri, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Boston.
“Aún más importante, estos datos muestran un vínculo más fuerte entre la obesidad, particularmente el exceso de grasa que se encuentra en las vísceras, y un riesgo incrementado de demencia y de enfermedad de Alzheimer “, agregó.