(Aeronoticias) Entrevistamos a Manuel Moschella, Abogado del Estudio Jurídico Julián Palacin Abogados, sobre los daños que habría sufrido la pasajera bussines Cecilia VK de LATAM en un vuelo de Barcelona a Lima, en el que esta informa en su Facebook lo siguiente:
“Por mi delicado estado de salud, no pude subir esto en los últimos días… No suelo hacer este tipo de publicaciones, pero lo que me pasó en un vuelo de LATAM Airlines, por irresponsabilidad de la empresa, es INDIGNANTE y podría pasarle a cualquiera y ocasionar graves enfermedades e incluso la muerte. Ya que no contestan mis reclamaciones de forma seria, tanto por web como por llamadas, me veo obligada a publicarlo».
«LATAM atentó contra mi salud durante mi vuelo el 8 de diciembre. A las 16:00 horas (hora de Barcelona) abordé la aeronave que me trasladaría hacia Lima. En dicho vuelo, se me asignó el asiento 2H (en «Business», donde se supone que con mayor razón debería estar impecable) pero, debido a que el área tenía un mal olor y un aspecto sucio, solicité a la aeromoza que me cambiara a otro asiento. Ella accedió y terminé en el asiento de al lado, que no tenía muy buen aspecto tampoco, pero no olía tan mal como el anterior».
«Habiendo transcurrido algunas horas del despegue, empecé a sentir una picazón intensa y me empezaron a salir ronchas en el antebrazo; no le di mucha importancia porque pensé que era una pulga. Empecé a sentir muchísimo calor y le pedí hasta a 3 tripulantes distintos, en más de 5 oportunidades, que bajaran por favor la temperatura de la cabina. Ahora sé que lo me ocurría era que estaba en estado febril. Casi llegando a Lima, me empezó a picar el cuello también y pensé que era una reacción alérgica a la comida, por cual le pedí a la aeromoza un antihistamínico para controlar los síntomas; sin embargo, me respondió que “no tenían medicamentos en el avión”. Gracias a Dios no se me cerró la garganta ni nada parecido porque, si hubiera sido así, ya no estaría publicando este reclamo».
«Al aterrizar en Lima, cerca de las 00:00 horas del 9 de diciembre por retraso del avión, me sentía muy mal, pero estaba tan casada por las 13 horas de vuelo y larga espera de mi maleta (casi hasta la 1:00 A.M.), que me dirigí a mi casa a dormir. Poco duró mi descanso tras despertar con una desesperante picazón a las 05:00 A.M. Las ronchas se habían esparcido por todas las partes de mi cuerpo que estuvieron en contacto con el asiento del avión y se empezaron a abrir y tomar formas distintas. Cabe recalcar que NUNCA había pasado por algo así y no soy alérgica a ningún alimento».
«El aspecto que tenía era TAN terrible que inmediatamente mi hija me llevó a clínica. A las 07:00 A.M., llegué a Emergencias de la Clínica Delgado, donde me inyectaron antihistamínicos y corticoides a la vena esperando que bajara la “inflamación”. Nos dijeron que era una grave reacción alérgica a la picadura de un insecto, que se podía haber dado por una falta de fumigación y limpieza al avión, y se podría haber controlado si me hubieran dado el medicamento en el momento que lo pedí».
«Regresé a mi casa y 3 horas después, ante la situación que empeoraba en mi cara, orejas, cuello, manos, brazos y espalda (sentía picazón extrema, ardor, moretones e inflamación, la cual incluso hizo que se me cerrara completamente un ojo) me trasladé a la Clínica San Felipe, donde me colocaron varios medicamentos a la vena, inclusive adrenalina (que se les coloca a las personas que están sufriendo paros cardiorrespiratorios). Cabe indicar que, tanto en la Clínica Delgado como en la Clínica San Felipe, me indicaron que la reacción dérmica había sido ocasionada por las picaduras de un chinche (adjunto fotografías)».
«Al día siguiente, mi hijo encontró al insecto caminando en mi mesa de noche, lo cual fue la prueba exacta de que el chinche fue lo que me picó y se debe haber subido y quedado en mi ropa desde que me empezó a picar en el avión (que seguramente no fumigaron) en que me trasladé (dicho insecto no es común en Lima-Perú)».
«Teniendo en cuenta que tengo los días contados antes de tomar otro vuelo, el evento ocurrido en el avión sin fumigar de LATAM me ha quitado una semana de vida en la cual he estado sometida a medicación intensiva endovenosa con visitas diarias ingresada por emergencias durante una semana, en la cual tenía planeado realizar importantes trámites y pasar tiempo con mis hijos (dos de ellos menores de edad), a los que no veía hace un mes, y hasta tuve que verme obligada a desistir del internamiento que el medico indicó, por no dejar a mis hijos solos».
«Hasta el día de hoy, he pasado por análisis de todo tipo e, incluso, biopsias con la intervención de varios médicos de distintas especialidades al confirmar que la picadura había sido ocasionada por un chinche y que podría haber adquirido alguna enfermedad, ya que estos parásitos las trasmiten, y las ronchas siguen ardiendo y picando intensamente. No han desaparecido y sigo con los tratamientos de corticoides en crema y antihistamínicos orales».
«No se imaginan la INDIGNACIÓN que sentimos mi familia y yo por los daños ocasionados por la ineptitud de LATAM a mi salud por la picadura, la invasión a mi organismo de medicamentos altamente potentes, del aspecto que podría dejarme (cicatrices hiper pigmentadas en todas las zonas comprometidas), el haber perdido 10 días valiosos de mi vida para estar con mis hijos en fechas tan importantes y el haberles creado angustia ante mi estado de salud».
«LATAM no solo no me brindó un servicio completamente inadecuado de transporte, sino que también puso en peligro mi salud física al no contar con un botiquín en el avión y no cumplir con la fumigación correspondiente, que hubiera evitado ser infestada por chinches (Esto contraviene lo dispuesto en los artículos 18, 19 y 25 del Código de Protección y Defensa del Consumidor). Además, ha afectado gravemente mi salud emocional por el grave efecto de las picaduras moradas, grandes e inflamadas por gran parte de mi cuerpo, que me han dejado la autoestima muy baja».
«El no haber sido tratada de una manera decente ante mi queja a la aerolínea, sentirme abandonada en el proceso, y solo recibir un par de llamadas telefónicas, donde me he sentido menospreciada por parte de LATAM ante la gravedad de la situación, me hace sentir que se toman la salud y el tiempo de sus pasajeros como una broma. Todo esto se hubiera evitado si LAN se asegurara se hacer la correcta limpieza de sus aviones antes de que cualquier pasajero aborde y si estuviesen preparados para auxiliar a cualquier pasajero con malestar durante un vuelo».
«LATAM, si de verdad se preocupan por sus pasajeros como tanto prometen, asegúrense de darles un servicio DECENTE y digno que no perjudique su salud ni su tiempo. Y les exijo que por favor me den un compromiso escrito y firmado en el que asumirán todos los gastos hasta la finalización de mi tratamiento, en el que mi estado de salud y apariencia queden como estaba antes de subir a su avión sin fumigar”.
Fuente: Facebook Cecilia VK
Al respecto, el Abogado del Estudio Jurídico Julián Palacin Abogados, especializado en asuntos de Aviación Telfs: (01)4460296, 4464586, Cel: 941002979 Email: estudiopalacin@estudiojuridicopalacin.com Moschella expresó que las empresas de aviación no solo tienen que cubrir los gastos médicos por daños a los pasajeros, sino que además están obligados a indemnizar, de conformidad a los instrumentos internacionales vigentes y a la Ley 27261 Ley de Aeronáutica Civil del Perú, Ley 27261 y su Reglamento.