(Aeronoticias).- El Sikorsky de matricula S-58 ET, de Helicusco, salió a las 5:30 de la tarde de Mazuco, en donde no hay nada, ni reporte meteorológico, ni torre de control, absolutamente nada.
Doce pasajeros y dos tripulantes más el peso del combustible podría haber originado que el helicóptero vuele a 5900 metros fuera de tablas, fue un vuelo totalmente riesgoso, con el agravante de que la nevada escarcha las hélices y rotores del helicóptero, originando más sobrepeso y si a ello le agregamos el factor meteorológico de intensa nevada, a las 5:45 de la tarde, en donde el cielo se puso negro, nos lleva a pensar que pasajeros y tripulantes fueron a una muerte segura.
¿Puede un helicóptero volar con doce pasajeros, más dos tripulantes, más el peso de combustible a las 5:45 de la tarde sobre esa zona inclemente en la que una intensa nevada y la noche les llegó de improviso?
No habría sido mejor suspender el vuelo de las 5:45 y volar en otras condiciones meteorológicas y con menos peso a 5,900 metros de altura. Es un tema que tendrá que analizar la Comisión Investigadoras de Accidentes de Aviación del Ministerio de Transportes. Una tarea para el grupo técnico que preside el Teniente General FAP Fernando Melgar Vargas, quien ahora debe estar pensando cómo se pudo evitar que ocho coreanos, otros extranjeros y tres peruanos volaron en un vuelo fatídico que por las condiciones climáticas y otros factores podría llegar a ser el vuelo hacia una muerte segura.
La web coreana www.seoul.co.kr esta criticando la antigüedad del helicóptero, lo cual carece de fundamento técnico. En razón a que no hubo falla de mantenimiento. No hay ninguna duda de que el factor climatológico desencadenó la tragedia o contribuyó al accidente. Lo que hay que determinar es el peso que llevaba el helicóptero, si operaba o no fuera de tablas, si hubo error humano y si se habían tenido en cuenta anteriores accidentes en similares situaciones para tomar una simple decisión: No salir a las 5:30 a sabiendas de que 15 minutos después en esa zona llegaba la noche y los enfrentaba la oscura tiniebla de la eternidad que en definitiva los devoró.
