“Los pilotos hicieron caso omiso a todas las alertas sobre el peligro que saltaron en sus pantallas (de cabina) Y asumieron un riesgo desmesurado”, explicó Edmund Klich, Jefe de la Comisión Estatal de Investigación de Accidentes Aéreos de Polonia, a los periodistas que querían conocer la causa de esta tragedia aérea.

Cuando los periodistas le preguntaron ¿ Por qué lo hicieron….?, el experto contestó “Pues, porque así los entrenaron”.
Como se recordara, el Tupolev 154 se precipitó a tierra cuando se disponía a aterrizar en Smolesk llevando a bordo al mandatario polaco, su esposa y gran número de funcionarios de su gobierno, todos los cuales se disponían a asistir a un homenaje a la memoria de miles de oficiales del ejército polaco que fueron asesinados en un lugar llamado Katyn (Rusia), durante la Segunda Guerra Mundial y que desde entonces se convirtió en un santuario para sus compatriotas.