Es porque los bancos salvados del colapso con dinero de los contribuyentes ahora informan de grandes ganancias y de jugosas primas que proyectan distribuir entre sus directivos. El presidente estadounidense anunciará hoy un gravamen a grandes bancos de ese país para recobrar hasta 120.000 millones de dólares del dinero con que el Estado ayudó a las entidades financieras durante la crisis. El plan será lanzado en momentos de creciente descontento popular con los resultados de la política oficial en este campo.
Los 120.000 millones de dólares que Obama busca reembolsar es la suma máxima que funcionarios esperaban perder de los 700.000 millones del Programa de Alivio de Activos Depreciados (TARP) con que el Estado salvó a bancos, automotrices y otras firmas.
Se espera que la propuesta de gravamen esté incluida y detallada en el presupuesto que la Casa Blanca presentará para el período fiscal 2011, que comienza el 1 de octubre, informó la cadena CNN.
El nuevo impuesto a los bancos debe ser aprobado por el Congreso.
La líder de la mayoritaria bancada demócrata en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, manifestó ayer su apoyo a la medida de Obama. El portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, dijo esta semana al anunciar los planes de Obama de hacer pública hoy su iniciativa que el Ejecutivo «trabajó bastante tiempo» en la formulación del gravamen, pero no dio más detalles sobre el impuesto.
El anuncio presidencial llegará un día después de que los principales banqueros del país testificaran ante una comisión especial del Congreso que estudia las causas de la crisis económica, la peor desde la Gran Depresión de 1929. En la primera audiencia de la Comisión de Investigación de la Crisis Financiera (FCIC), los banqueros admitieron haber cometido errores que llevaron a la debacle.
La crisis, que alcanzó su apogeo en septiembre de 2008, estalló por el colapso de los créditos hipotecarios, supuso un tsunami en todo el planeta, puso un freno al crecimiento y sumergió a Estados Unidos y a otros países en la peor recesión en décadas.
Aeronoticias considera que si bien el gobierno norteamericano inyectó billones de dólares en el sistema para salvar a la mayor economía del mundo del colapso, y más de siete millones de estadounidenses perdieron sus empleos y cerca de 25 millones están ahora desempleados o subempleados, y más de dos millones de familias perdieron sus viviendas en los últimos tres años y más de 10 millones han sido objeto de ejecuciones judiciales durante ese período, es necesaria la implantación de políticas de recuperación en un contexto en el que el gobierno norteamericano ha invertido miles de billones de millones de dólares en recuperación económica y en inyecciones de liquidez para salvar empresas que se han visto a puertas de la quiebra por la crisis económica.