(Aeronoticias): La presencia de fauna salvaje en las inmediaciones de los aeródromos es una amenaza para las operaciones aéreas en todo el mundo, debido a que las colisiones con ésta le cuestan a la industria mundial de la aviación civil aproximadamente 1,200 millones de dólares (mdd) al año, es decir 3,600 dólares por colisión en promedio.
Esta suma se calcula en función de los costos directos, que incluyen retrasos en los vuelos, cancelaciones, costos de reparación, inspección, mantenimiento, los pasajeros que tienen que ser acomodados en otros vuelos programados, pérdidas de aeronaves, y muchos más.
Para hacer frente a las colisiones con la fauna silvestre en la aviación civil, la Universidad Aeronáutica Embry-Riddle, en colaboración con la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) y el especialista en fauna silvestre de aeródromos de Singapur, Mastermark, diseñaron dos cursos profesionales.
El primer curso es de 3 días y busca introducir a los profesionales de la aviación en el ámbito de la gestión de la fauna aeroportuaria.
Mientras que el segundo curso de 2 días es para desarrollar a los profesionales de la aviación en el ámbito de las operaciones aeroportuarias con fauna salvaje.
Ambos cursos fueron diseñados de acuerdo con el Manual de servicios aeroportuarios de la OACI (Doc 9137), Parte 3, Gestión de los peligros de la fauna salvaje, utilizando estudios de casos de las mejores prácticas adoptadas en todo el mundo.
Esto se realiza debido a que cada año se celebra el Día Mundial de las Aves Migratorias (WMBD) el 13 de mayo y el 14 de octubre. Estos días brindan la oportunidad de realizar importantes campañas de sensibilización que ponen de relieve la necesidad de conservar las aves migratorias y sus hábitats.
Para ello, los operadores aeroportuarios deben hacerse responsables de mantener un entorno operativo seguro en las terminales aéreas. Deben evaluar el riesgo de colisión con la fauna silvestre en su aeropuerto.
Esto incluye la evaluación de las especies silvestres en el entorno aeroportuario, el hábitat disponible y la notificación completa de todos los incidentes de impacto que se produzcan en el aeropuerto.
Además, sobre la base de estas evaluaciones, los operadores aeroportuarios deben elaborar un plan de gestión del riesgo de colisión con la fauna silvestre para reducir el riesgo de colisión y su incidencia.
Fuente: A21mx