Según el diario EL Mundo, los manifestantes, con una extensa agenda anticapitalista, fueron mantenidos lejos del lugar de la convención donde los líderes mundiales sostuvieron su encuentro de dos días. La policía usó esporádicamente gas pimientas para dispersarlos. La acusación criminal contra Madison sostiene que violó la ley porque usaba Twitter para dar indicaciones a los manifestantes y otras personas involucradas en actos criminales para evitar su arresto y para informarles de los movimientos y las acciones de la policía.
Madison, que fue liberado bajo fianza, está acusado de entorpecer la aprehensión y el procesamiento, el uso criminal de elementos de comunicación y de poseer instrumentos para cometer crímenes, definidos como equipo de telecomunicaciones. «La misma conducta (de las autoridades) en Irán o China durante protestas recientes sería vista como violaciones de derechos humanos, mientras que aquí se le considera un control necesario del crimen», señala Vic Walczak, director legal de la Unión Estadounidense de Libertades Civiles de Pensilvania.
Twitter fue usado por manifestantes en Irán en medio de las protestas y represión del Gobierno que se registraron tras las disputadas elecciones de junio. El Departamento de Estado incluso instó a Twitter a retrasar una actualización planeada que habría cortado temporalmente el servicio en Irán. China bloqueó varias veces el acceso a sitios web como Twitter, por ejemplo, de cara al vigésimo aniversario de la matanza de la Plaza de Tiananmen, y nuevamente en julio, tras los disturbios en la región noroccidental de Xinjiang.
La policía de Pittsburgh considera que Madison estaba entorpeciendo la aprehensión o el cumplimiento de la ley. «Todas las agencias del orden deben mantenerse al tanto de los desarrollos constantes en la tecnología, tanto para determinar cómo la tecnología puede ayudar a la policía a servir mejor al público y para descubrir vías como puede ser usada para cometer crímenes», dijo la portavoz Myra Taylor.
«La acusación criminal sostiene que el señor Madison usó aparatos legales para cometer actos ilegales», agregó.
Laura DeNardis, directora ejecutiva del ’Information Society Project’ de la Facultad de Derecho de Yale, dijo que el arresto de Madison podría ser usado «por países represivos que podrían estar buscando coartar el uso de tecnologías». «Ellos podrían citar esto como una justificación para reducir la libertad de expresión de manera aún más directa y para tomar medidas represivas en casos como los que vimos en las protestas por las elecciones iraníes», dijo DeNardis.
«Para mí ésto luce como un doble estándar», agregó.