Más allá de la declaración oficial del G20, para el líder exportador lo que queda de esa reunión es el rechazo de los países europeos a la solicitud del presidente de EE.UU., Barack Obama, de no detener los incentivos fiscales. Ante ello, la respuesta del mandatario estadounidense fue contundente: Los países que pretenden salir de la crisis exportando a EE.UU., no deben esperar nada. “El presidente Obama anticipó que su país entrará a una etapa de profunda austeridad en la que no se le podrá vender nada”, comentó.
Varilias opinó que la razón de esa posición no se origina en alguna forma de hostilidad, sino en un problema común: todos los miembros del G20, en diferentes grados, basaron su crecimiento en un fuerte endeudamiento que los condujo a una situación insostenible.
Endeudados
Para la Gerencia de Estudios Económicos de ADEX, las estadísticas de endeudamiento de esas naciones revelan dos situaciones graves: la primera, la deuda total de esos países supera el valor de sus propios PBI. Japón, por ejemplo, tiene una deuda total equivalente al 471% de su PBI, le sigue Reino Unido con 466% y España con 366%. El país menos complicado es Brasil con una deuda equivalente al 142% de su PBI. Alemania, que es el país al que todos miran como el responsable de ayudar a los demás, tiene una deuda que llega al 286% de su PBI.
La segunda, que los gobiernos no son los únicos endeudados, pues en esa misma situación se encuentran familias, entidades financieras y empresas no financieras, lo que nos indica que no solo los gobiernos, sino los países en su conjunto, cayeron en la utopía del crecimiento mediante el endeudamiento. “Ahora les llegó el momento de pagar las cuentas, y como sucede en un mundo globalizado, cuando un país se resfría, otro estornuda”, comentó Varilias.
Esas cifras explican por qué esos países no pueden seguir arriesgándose más con estímulos fiscales. Brasil, Japón e Italia, por ejemplo, tienen una deuda pública muy alta y no pueden seguir gastando más. “Las familias que están más endeudas son las de Canadá, EE.UU. y Suiza, por lo tanto, son los consumidores los que tienen que hacer mayores ajustes, comprimiendo el mercado para las exportaciones de productos no tradicionales”, opinó el líder empresarial.
Puntualizó que en Corea del Sur y Reino Unido, los principales deudores son las entidades financieras en tanto que en China más de la mitad de la deuda corresponde a entidades no financieras. Añadió que también se puede entender por qué, en el G20 se acordó que cada país determine la forma en que saldrá de la crisis, pues mientras unos necesitan ajustes fiscales urgentes, otros necesitan mantener fondos de rescate para las familias y empresas.
Lo cierto es que para un país como el Perú, cuyo despegue se basó en las exportaciones y cuya estrategia futura descansa en la apertura comercial lograda mediante acuerdos comerciales, el panorama mundial cambió profundamente. Es de esperar que pasemos primero por un prolongado periodo de ajuste en el que los mercados permanecerán contraídos, para luego ver cómo se perfila la nueva estructura del mercado internacional.
El presidente de ADEX refirió que el Perú no tiene un mercado interno grande y protegido como Brasil y que por lo tanto, la primera respuesta que debemos tener ante la crisis es la protección de nuestra capacidad exportadora frente a la contracción de los mercados internacionales. La segunda respuesta, que debe ser tan rápida como la primera, es el diseño de una estrategia de crecimiento de las exportaciones junto con un programa de promoción acorde con esta estrategia.
MINCETUR
Varilias compartió las recientes declaraciones del Ministro Martín Pérez, respecto a que el resultado de mayo es el resultado de factores internos y externos, además, reconoció el esfuerzo que realiza el MINCETUR para promover los productos peruanos a través de las ExpoPerú, misiones a las que los empresarios consideran muy fructíferas.
Sin embargo, recalcó que la tranquilidad de los exportadores depende de las decisiones del MEF, que, hasta ahora, viene mostrando el mismo exceso de confianza que tuvo frente a la crisis norteamericana, que lo condujo a una reacción tardía y poco efectiva. “Como gremio que agrupa a las empresas exportadoras, que son las principales generadoras de empleo, alertamos al gobierno sobre los peligros que se están presentando en el entorno mundial, y lo invocamos a adoptar medidas oportunas. La demanda se contraerá, los expertos económicos predicen que nuestra moneda se revaluará, y frente a todo eso el MEF busca reducir el drawback”, finalizó.