(Aeronoticias).- Tres de los sobrevivientes del avión que en la madrugada del lunes se accidentó en la isla colombiana de San Andrés contaron su experiencia a la Agencia Efe. Jimmy Roncancio, su hija Laura Sofía y su esposa, María Fernanda Cuervo no dudan en calificar como un «milagro» su terrible experiencia, que aún los conmociona.
«Esto no tiene otro nombre: es un milagro», señaló el hombre de 42 años, quien tras el impacto se rompió la cabeza con la mesa de comidas de la silla del frente. Sus brazos tienen varios raspones y su cara evidencia un cansancio terrible.
«Se sintió como cuando las llantas tocan el piso, después solo sé que dimos vueltas», dijo Roncancio al evocar los primeros minutos de su odisea.»Después del golpe se fueron las luces, dimos muchos giros, se desprendieron varias sillas, el avión se partió», agregó.
«La reacción de los bomberos fue increíble. Uno no se espera que en San Andrés actúen tan rápido», comentó María Fernanda, quien contó que incluso en el momento en el que se bajaban del avión por la parte que se destrozó ante ellos ya había cuerpos de rescate y bomberos controlando el inminente incendio.
