Somalia: Ciudadano británico es asesinado por ‘drone’

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(Aeronoticias).- La patria que le vio nacer fue la misma que le entregó a la muerte. Ese fue el destino del ciudadano británico, con ascendencia egipcia, Mohamed Sakr, quien murió en el ataque de un «drone» norteamericano bajo circunstancias que hasta ahora no han sido aclaradas.

¿Qué hizo el gobierno británico por Mohamed? Revocarle la ciudadanía a meses antes del ataque aéreo. ¿Pero no había nacido en Reino Unido? Sí. ¿Cómo puede un país revocar la ciudadanía a quien nació en su patria? Pregunte usted.

 

Gamal y Eman Sakr migraron de Egipto a Reino Unido hace más de 35 años para comenzar una nueva vida, lejos de una patria que en aquel entonces «era un gran vacío» en comparación con la isla británica. «No había dictador aquí, ni malas leyes».

 

Según refieren sus padres, la pesadilla comenzó cuando Mohamed realizó un peregrinaje «con un par de amigos y sus esposas» por Arabia Saudita, tomando rumbo también a Emiratos Árabes Unidos y Egipto. A su retorno, las autoridades de inmigración le preguntaron al menos durante tres horas los motivos por los cuales él y sus amigos viajaron a tierras árabes.

Para la policía inglesa, él y su amigo tenían conexiones con células terroristas. Las dudas invadieron al matrimonio Sakr, por lo que se asistió a las mezquitas para oír los sermones, y según la madre, nada anormal había en las proclamas dadas por el imán. Cuando en 2009, la situación se hizo insostenible -amenazaron con quitarles la ciudadanía inglesa a pesar del tiempo ocurrido, sin algún juicio que termine por revocar su ciudadanía, y en última instancia la medida no tendría que afectar a los hijos nacidos en Reino Unido-, Mohamed y su amigo salieron del país.

«¿Dónde está Mohamed?», preguntó la policía británica. «No sé», respondió el señor Sakr.

Meses después, Mohamed llamó a sus padres desde Somalia. Él y Bilial al-Berjawi, su amigo de la infancia, estaban desarrollando una vida familiar con sus esposas, según declaran los Sakr. Para la policía, estaban alineados con los terroristas islámicos.

En una redada, junto al nombre de Mohamed y Bilial surgió un tercer nombre de ciudadanía británica que sí complotaba contra Reino Unido. Sin mucho cruce de informaciones, ambos fueron sindicados y tiempo después su muerte se hizo pública en el mundo como un «oficial de alto mando egipcio de al-Qaeda».

¿No había nacido en Reino Unido? ¿Cómo que egipcio?

«Se lavaron las manos. Y eso es lo que clamaron cuando las noticias vinieron: Anunciaron que Mohamed era egipcio. Eso es por qué ellos intentaron mostrarles al resto del mundo: Es egipcio, no británico», lloró el señor Sakr.

El ministerio del Interior de Reino Unido, tras la publicación del Bureau of Investigative Journalism, respondió que la ciudadanía es un privilegio, no un derecho.

Por Chris Wood, traducción y edición libre de Jair Emeterio. Fotografías de la familia Sakr y Susannah Ireland.

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