(Aeronoticias) Mantener la seguridad de los 320 millones de kilos de carga anuales que transitan por el terminal del aeropuerto Jorge Chávez no es tarea fácil. Talma, empresa encargada del tránsito del 55% de esa carga lo sabe y ha invertido en repotenciar su sistema tecnológico de seguridad, acorde a las cambiantes amenazas que enfrentan.
“En los años 90 la principal amenaza era el tráfico ilícito de drogas, luego del 11 de setiembre se sumaron nuevas amenazas como sabotaje y terrorismo. Hoy, ademas de narcóticos y mercancías restrignidas como oro ilegal y problemas de sabotaje tenemos nuevas amenazas como tráfico ilícito de patrimonio cultural o de flora y fauna en peligro de extincion”, explicó Arturo Cassinelli, gerente general de Talma.
El millón de dólares invertido por la empresa se ve plasmado en la modernización de su sistema de vigilancia, compuesto por un circuito cerrado de televisión compuesto por 380 cámaras, 60 de las cuales cuentan con tecnología para hacer seguimiento a cargas y personas dentro del almacén.
También se ha modernizado su sistema de almacenaje de información digital, duplicando la capacidad de 30 a 60 días de grabación almacenada.
Si bien la mayor unidad de operación de Talma se encuentra en el aeropuerto internacional Jorge Chávez, la empresa atiende operaciones en 17 aeropuertos peruanos y en 7 mexicanos.
“Empezamos operaciones en enero de 1992 y hasta el 2006 teníamos 4 o 5 aeropuertos. El gran crecimiento se dio del 2005 a la fecha, empezamos a crecer y hoy estamos en 17 aeropuertos en Perú”, señala Cassinelli, destacando que si bien provincias tiene un flujo significativamente menor, la infraestructura de lugares como Iquitos y Cusco ha alcanzado muy altos estándares.
Para el futuro Talma mantiene su optimismo, proyectando un crecimiento alrededor del 5% para el 2015. Sus planes de inversión apuntan desarrollar instalaciones de almacenaje adecuados a los nuevos productos de exportación de sus clientes, como nuevas cámaras de frío con temperaturas inferiores a las alcanzadas hoy.
